Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

jueves, 24 de diciembre de 2009

COSTUMBRES PERDIDAS

No es que uno añore el pasado, por hacer bueno el dicho: "cualquier tiempo pasado fue mejor", que habría que ponerlo en cuarentena. Lo que pasa es que en días puntuales, como por ejemplo hoy, le vuelven a la memoria cosas o cstumbres que se olvidan o pierden.
Esta mañana temprano, me he desplazado a Punta Umbria, para visitar el estanco; he visto a dos policias municipales, libreta en mano, atareadísimos y aplicadísimos poniendo multas. Ante el hecho me ha dado, lo que vulgarmente conocemos como un "calentón" y como uno es racial, no he podido por menos que acercarme y contarles la vieja costumbre que les amplio a ustedes, especialmente a la gente joven que no ha presenciado la escena.
Por lo años sesenta y setenta del siglo pasado, cuando a éste paísa se le llamaba España, y en las grandes capitales, los guardias, entonces de tráfico, hoy policia local, se dedicaban a dirigir el ídem, en lugar de ser recaudadores de impuestos, como ahora que se pasan el día poniendo multas.
Hoy Noche Buena, 24 de diciembre las gentes, en especial las empresas les llenaban de regalos:cestas de navidad, cajas con botellas, cajas con frutas, turrones, etc, el lugar en el que normalmente se situaban para realizar su trabajo. Era un espectaculo, y espectaculo bonito, el ciudadano reconocia al funcionario su esfuerzo de todo un año, y en éstas fechas en las que todos debemos ser mejores, se lo agradecia.
Los guardias, antes; policias, ahora, con el consentimiento de sus superiores, pasaban de poner multas. Los 24 de diciembre eran "el día sin multas" nunca reconocido, ni nominado, pero real.
El agente cuando encontraba un vehiculo mal aparcado, en lugar de la "receta", le ponía en el parabrisas una nota recordandole la infracción y felicitandole la Navidad.
Esa costumbre todavía se mantiene en algunas capitales del mundo, en otras lamentablemente para el sentimiento de humanidad, se ha perdido.
Con el paso del tiempo, en muchos que haceres, en lugar de mejoras empeoramos, se está perdiendo una gran virtud, la de la caridad,ligada a la humanidad.
Aquellos "guiris", como les llamabamos de pequeños, el día del nacimiento del Niño Dios, pagaban con bien: la felicitación, el mal de la infracción.
Mi conversación con el agente de ésta mañana ha termminado así.
-Sabe lo que le digo, agente, que le deseo lo mejor para usted y su familia. ¡Feliz Navidad!.
El hombre se ha quedado mudo, pero estoy seguro que mis palabras y la historia real contada quizas le haga reflexionar, con lo que se habra conseguido algo .
Que ustedes se lo pasen muy bien y el Nacido les colme de bendiciones.

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