LA OTRA LECTURA

Las consecuencias de las pasadas elecciones, han resultado dramáticas para este país, metido de lleno en dos conflictos provocados por una banda de irresponsables interesados: los separatismos y las luchas partidistas, con lo que España, ha dado un salto atrás, equiparable a los peores de su pasado histórico. Unos políticos con pocas luces, ciegos ante el futuro y más preocupados en medrar que en los intereses generales del país, nos han metido en una disyuntiva de la que será muy difícil salir y que se ha complicado gravísimamente por culpa de los propios ciudadanos, quienes desencantados unos, cabreados otros y resentidos los demás, han terminado de guisar la “olla” incomible. El rey Felipe, por el que van de manera descarada, los separatistas, los comunistas (quien los ha visto y quien los ve), los antisistema y los populistas, clama en el desierto, llamando a la concordia, pero como en la biblia: “sermón perdido”. La “casta” que pasa soberanamente de lo que quiere y necesita el país, va a la que le conviene buscando su lucro personal y en la consecución del mismo, no miran “precio”, aunque este sea la destrucción de la nación, el fomento galopante del paro, la ruina empresarial y económica, con la vuelta a una deuda externa impagable y sin posibilidad de financiación, cuya primera consecuencia sería la perdida de las pensiones, seguida de la pretensión de los totalitarios de cambiar el salario por el subsidio, y la imposición de una presión fiscal, insoportable. Los votantes “experimentales” son los primeros que sufrirán los resultados de su irreflexión y el resto de paisanos padeceremos las consecuencias “bien jodidos”. Si hubiera nuevas elecciones, sería el menor de los males, tal y como están las cosas, por favor que lo piensen –contando hasta cien- antes de introducir la papeleta