APROPIACIÓN INDEVIDA

El ciudadano está hasta más arriba de la coronilla, escuchando a los pontífices de los partidos que cuando hablan, se arrogan la voluntad ajena y con el fin de justificar sus deseos, dicen representar el parecer general de los españoles; de está manera los izquierdosos aseguran que los españoles quieren el "cambio", ¿que cambio?, eso queda en el secreto de los intereses de partido. Es la "sorpresa" evidentemente desagradable, que regalaran a los ciudadanos si es que consiguen instalarse en la Moncloa. ¿Como alguien que pretende ser presidente de un país. A priori, coloca lineas rojas en contra de los que defienden desde otros colores, los mismos principios?. Incomprensible y descalificarle, sin dudarlo. Se comprende que el de la coleta, juegue sus cartas, en una partida en la que está contra todo y contra todos, los que no pasen por "el aro", en un régimen comunista totalitario capitaneado por él. El único en la totalidad del estado que todavía no se ha enterado es el compañero Sánchez. El espectáculo ofrecido en el programa de Herrera, con Rivera, le remite a los tiempos del mas puro stanilismo; los que le escucharon seguro que tomaron buena nota, con vistas a una posible segunda vuelta: "parla" y demagogia, no le faltan y mala educación tampoco, por muy profesor que dice que es. Lo que cuesta más de comprender es el ballet de Rivera, que con su in definición, yendo de los brazos de unos al de los otros, se está restando partidarios. Aunque duela confesarlo, el que está dando sensación de mayor criterio de estado es el gallego, ante la debacle general, recupera votos,como el mal menor. Son muchas las cosas que hay que reprocharle, hoy la que más apremia a la opinión pública, es la mano dura necesaria para parar a la banda de los independentistas. Si actuara con firmeza y sin demora, mejor le irían las cosas, tanto al PP, como al país. La chulería del "joven Más" es intolerable.