EL FUGITIVO DE LA FOTO

Ustedes los menos jóvenes, recordaran una serie que hizo época en la TV que se llamaba el fugitivo. Aquel pobre hombre que no había hecho nada punible huía de un perseguidor implacable e incansable por todo el país. Ese personaje de ficción tienen una copia en la realidad y con nombre y apellidos. Nadie lo hubiera pensado antes y menos después del pronunciamiento de independentismo manifestado por unos cientos de ciudadanos aplaudidos y quien sabe si dirigidos por el Presidente de Convergencia y Unió; imitando a un famoso periodista: “no lo digo yo, se rumorea por círculos políticos de Cataluña”. Jaime de Peñafiel se quedaría corto engolando la voz. Cualquiera que sepa algo de nacionalismo sabe que una ruptura total de una parte del país es imposible y solamente disfrazándola cabría la posibilidad de engañar al personal. A un personaje de la izquierda, perdón de los que se llama de izquierda del país, he escuchado que una formula a la británica, contaría con bastante soporte de habitantes del principado. Les recuerdo que la Gran Bretaña, está formada por países asociados: Inglaterra, Irlanda del Norte, Gales y Escocia. A ninguna persona con dos dedos de frente se le ocurriría llamar ingles a un escocés, pongamos por caso. La reacción de éste seguro que sería violenta, de igual modo se comportaría cualquiera de los nacidos en otras de las naciones libres asociadas. La Gran Bretaña, solo la mantiene unida la corona. Ese es el argumento de mi vecino el que se dice izquierdoso y que según asegura por lazos familiares en el Condado de Barcelona, su familia medio “tragaría con una formula parecida. Es irse, pero quedándose, el penúltimo manifiesto de Don Artur. Porque ese pensamiento no debe de ser único, cuesta mucho comprender la reacción del Señor Mas, con respecto a su Majestad el Rey, del que ha huido como si Don Juan Carlos estuviera apestado, con tal de no salir en la foto. Los hechos demuestran a las claras que CIU, no quiere solo la independencia de España, lo que pretende es la ruptura total y trasformar el principado en una republica bananera o en un reino de nuevo cuño, para acceder al mismo los nuevos dueños andarían a la greña por ocupar el trono. Está claro que Mas, pretende ser Presidente de la Republica de Catalonia (al nombrarla me remito escuetamente a los carteles que portan los que se llaman independentistas y se han despedido ruidosamente de España). Don Arturo pretende ser más que Compagny y dejar por los suelos a un gran hombre catalán y español que fue Tarradellas, aquel que popularizo la frase: “ya soc aquí”. Porque se puede perfectamente compaginar ambos “amores”, sin menos cabo para ninguno de los dos. No solo son los mejores españoles los andaluces, que se honran por serlo sin hacer de menos a su condición de andaluz. El españolismo, tiene miles de años, porque hay una realidad evidente que se llama Hispania, desgraciadamente no es invento catalán y que ha dado hasta emperadores romanos, entre otros personajes fundamentales para la historia de la humanidad; sin olvidar en esas gloriosas paginas al rey español mas teutón que la Merkel: Carlos, y al emperador más español Fernando. Ambos nietos de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla,¿les suena de algo?. En eso de la fuga que está tan de moda entre los de la “casta”, tampoco hay que pasar por alto a los socialistas catalanes, que catalanes lo serán pero socialistas entendidos como tal, hay que ponerlos en cuarentena. En las cortes de Cataluña, perdó: “el parlament catalá”, dejaron constancia de que pasan de su condición de nacionales y se convierten en provincianos, allá ellos con sus apetencias y aspiraciones, supongo que los Rubalcaba y sus aláteres habrán tomado buena nota, especialmente las números dos y tres, la Rodríguez y la Valenciano, a las que han dejado con “el suspiro” o la boca abierta, puesto que han hecho lo contario de lo que ellas afirmaban. Maragall, visitando a Roca(el de los sanitarios). Y la Chacón, en las regatas……. Hay días que ni las mujeres guapas e inteligentes del partido deberían salir de casa. Luego llega un cualquiera y las deja en mantillas (coloquialmente: con las vergüenzas al aire). Son cosas dels “nosaltres sols”.