NO HAY DUDA, ESTAMOS EN GUERRA

Lo peor en circunstancias como las actuales, es que muchos de los paisanos, no lo tienen claro; unos, por fanatismo; otros por comodidad; un tercer grupo, prefiere mirar para otro lado, a afrontar la evidencia y luego están los cómodos, los mismos de siempre, los de : “mientras vaya yo caliente, ríase la gente ( por no decir, muérase la gente). Lo del yijaidismo, no es terrorismo, es guerra declarada y que en lugar de tradicional, utiliza las bandas criminales, la perversión religiosa, el fanatismo, para encubrir su meta, que es el engrandecimiento del bolsillo y el poder de unos cuantos iluminados, que aprovechan su poder de persuasión en el nombre de Dios, para beneficiarse ellos y convertirse en “dueños” de una parte del mundo, cuanto mayor mejor. Mientras las potencias occidentales lo han permitido, ellos han jugado maravillosamente bien sus cartas, apoyándose en la emigración, han ido creando guetos en occidente, gentes a las que han obligado a mantener, lo que llaman “su cultura” y unida a ella su “tradición”, que ha sido la frontera para que no se adapten a la forma de vida de los países en los que se han asentado; son una sociedad diferente a la que les acoge, son una etnia distinta y que nunca se identificara con la del país en el que viven. Sus lideres sociales y religiosos, se preocupan en mantener la separación y radicalizarla cada vez más. El último garbanzo que envenena el guiso, es la crisis, la falta de trabajo. Como son una clase, en la mayoría encuadrada dentro de los que menos tienen, hace más fácil que el rechazo que sienten desde la cuna, hacia los otros, se convierta en odio. Estas gentes son quinta columnistas, un nuevo maquis, e inclusive dentro de las distintas facciones en lucha, pasan desde el lobo solitario, del que es muy difícil defenderse, al ejercito; no uno convencional, este esta compuesto por asesinos a los que previamente se les ha lavado el cerebro. De ser un ejercito sin tierra, bandas terroristas que actuaban por libre, en poquísimo tiempo han pasado a disponer de un territorio, en que montar un estado el EI , con pretensión de transformarlo en la grandeza del pasado, nade menos que un Califato y todo ello gestado en las mezquitas. De sus golpes: asesinatos atroces, y todo lo demás nos estamos enterando poco a poco, del 11M y el 11S, pasamos a los atentados, casi de cada día; nadie está seguro, un descerebrado puede matar, cuando quiera, por ejemplo lo de Túnez, cuya matanza estaba estudiada, para evitar que Túnez, se transforme en un país coránico libre y civilizado. Atentando en él, se mete miedo al turismo del que depende el 90% de su PIB. El trabajo está hecho. El necesitado, se lanza de bruces en los brazos del que promete. Con estos no vale la acción puntual de castigo, por incursiones aéreas, hay que borrarlos del mapa y la única forma de hacerlo es desde tierra, de igual a igual y entrando en sus guaridas. Ahora en Los Estados, están lamentando haber borrado del mundo de los vivos al tirano de Irak y apoyar a los que están en contra del de Siria. Esos regímenes tan repudiados eran el muro de contención del radicalismo yijaidista. Los únicos que paraban a al Qaeda y demás radicales islámicos. Sin ellos estamos padeciendo las consecuencias y veremos como termina esto. Tiene muy mala cara.