NI RECONOCIDO NI PAGADO

Los viejos lobos de mar decían que con el tiempo el barco se hacia a las formas de navegar del capitán que cuando se producía un relevo en Alpuente, el barco lo notaba. Otros decían que el buque era el fiel reflejo de su capitán. En el mundo de los medios de comunicación se pueden aplicar estas máximas con más menos libertad. El Mundo, uno de los diarios estrella del periodismo en castellano sobre los 100.000 ejemplares de tirada, era esencia de fundador Pedro J. Cuando se lo cargaron hace unos meses, muchos pensamos que el rotativo notaria el cambio, a pesar del prestigio profesional de Casimiro García Abadillo, que estaba años junto a Pardo J, con lo que el cambio, interiormente se notaría poco. El periódico ha caído en ventas, y eso lo miran mucho las agencias de publicidad, cuyos departamentos de distribución de medios son aguijas, pendientes de la fluctuación en los mercados. Lo se muy bien, porque lo padecí en carne propia, cuando falleció Hernández Perpiña, y me hice cargo de la sección de deportes de RNE en Valencia, tuve suerte, cosa que no ha acompañado al compañero García Abadillo, al que han puesto de patitas en el pasillo y nombrado en su lugar a David Jiménez. Las empresas no entienden de fidelidades, solo ven la cuenta de resultados. Como dicen los primos del norte: “la pela, es la pela”. El “dire” ha caído, viva el nuevo jefe.