Estamos en vacaciones, por lo menos en lo que era España, y que celebran los que pueden, el resto a “jorobarse”. En éstas circunstancias son más los jorobados que los que se estiran para sacar pecho, en su caso: dineros del bolsillo.
Les conté que en éstas tierras el 25% de la población controla el 75% del total del capital de los otros, y los otros, somos usted y yo, los parados, etc. Es decir Botín, el banquero rojo, ese al que obedecen de manera “borreguil” los que mandan y ellos sabrán porqué, y sus otros compañeros “pastosos” marcan el paso de la revista militar a la que estamos obligados los españoles, por ser Zapatero un ¿graciosos?.
También les conté que un primo de mi mujer, estudioso de los movimientos de masas, me decía que éste año, hay mas vida que otros en los apartamentos de costa: la playa, el paseo y las pipas; las tres pes, es la forma mas económica de sacar hacia delante unas vacaciones en crisis. Y tal como explique en un artículo anterior, con el coste añadido del “Digam no” de la esposa, la suegra y la descendencia, todo porque donde no hay harina, todo es mohína. Y con más de cinco millones de parados, dos de pobres absolutos, las cuentas bancarias en números rojos y los bolsillos rellenos de aire, la nso“mohína” es de liga BBVA, primera división.
En la época estival, lo que se agradece es un trabajo de entretenimiento, algo desengrasante, que se lea fácil y que no haga pensar, las neuronas cerebrales, también tienen derecho al descanso.
Por eso es muy trascendente lo intrascendente, contar “chorradas” en verano es para los lectores como sumergirse en el mar en un día tranquilo y sin olas.
Anoche salimos a cenar los primos y residentes en Cullera, la playa de los pobres de Madrid y ocupamos una mesa larga en el restaurante de bajo de casa, no es el mejor, pero la familiaridad obliga en ciertas ocasiones. Nos comimos todo lo que hay que comer, que no fue lo importante y nos bebimos más de lo que deberíamos bebernos, que si fue notable, las consecuencias dolorosas especialmente para las carteras, viejas y escuálidas
Lamentaciones y propósito de enmienda, que ya nos ha conducido a la rectificación, para seguir con nuestras quejas hemos quedado en comernos una paella en el Blanco, que han modernizado éste invierno y ya no es el mismo….Hay que ir para comprobarlo, los buenos restaurantes se deben “pisar”, no hay que hablar por referencias.
Luego como dice el guión, seguiremos con los llantos y más lamentos. Es lo que corresponde a unas vacaciones en “crisis”..
¡Ya se lo cuento…!. ¿Se han percatado de lo importante que es lo intrascendente?. Lo intrascendente es la paella…. ¡Viva la paella!.
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