La afirmación va dirigida a los políticos, diríamos, viejos : no a estos de la última hornada que terminan de aparecer en ayuntamientos, diputaciones y autonomías.
Estos son el equipo B, en futbol sería como la liga “adelante”.
Al español de hoy, el que le interesa y preocupa es el “equipo A”, ¿lo recuerdan?, durante añosa hizo las delicias de muchos espectadores. Pues bien, aquel equipo, llevado al “ruedo” político es el que lleva inquieto al personal que vota.
El castigo al partido en el poder, ha sido lo suficientemente escandaloso para no necesitar de una critica de ampliación. El PSOE, lo ha hecho fatal, y a pesar de las triquiñuelas, el pueblo soberano lo ha “echado”, convienen ser claro y llamar a las cosas por su nombre.
Ante tal paliza en las urnas, en cualquier otro lugar del mundo que no sea “manque les pese a mas de dos: la católica España”. El perdedor habría dejado el camino libre a alguien que fuera capaz de intentar, repito –por lo menos intentar- mejorar el panorama desolador que han dejado los socialistas. El General Degaulle, dejó su carta de dimisión sobre la mesa del despacho y de marchó a su casita en Colombey les deux Eglises.
Eso en el país donde se va siempre al ritmo que marca el clero, unas veces delante con el cirio, otras detrás con un bastón, no puede ser civilizado, el cambio de producirse siempre es doloroso; quizás como respuesta a los sacrificio y penitencias de nuestra Semana Santa.
Con un curriculum tan “ponzoñoso” como el que muestran los actuales “padres de la Patria”, no se puede ir más allá y menos después de escuchar el clamor del pueblo que nada tiene que ver con el interesado del Congreso y el Senado. Los que se mueven por los pasillos de esas casas, están totalmente obsoletos y hasta sus propios activistas les dicen (democracia ya y el 15 M) que están acabados y que no les representan. La totalidad de españoles con sentido común, los abomina. Luego aunque oficialmente su fecha de caducidad, sobre el papel está próxima pero es vigente, la realidad demuestra que su caducidad hace muchísimo tiempo que se paso. Ahora su “consumo” resulta peligroso para la salud.
Se aferran al clavo ardiendo del calendario voluntarioso y cómodo que proponga Rubalcaba, el único que hoy sabe cuanto durara la agonía del país. Pero sus intereses no le liberan de la responsabilidad de prolongar una legislatura, agotada y contaminada, por Bildu y sus propios respaldos. Sus señorías, los que votan a “la orden”, no representan a la sociedad española, el pueblo soberano ha proclamado su voluntad de ir a las urnas ya.
Y quitar de en medio a la vieja carcoma política que tanto daño ha hecho.
En todas partes se piden elecciones, ya.
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