Tengo que recordar a mi amigo, el desaparecido escritor Fernando Vizcaíno, e imitándolo disculparme por ser español.
Nombrar la palabra España, para muchos es peor que citar “a la bicha”.
Son infinidad los nacidos en la tierra que pace el buey y que sienten vergüenza de ella. Si se esconden por haber nacido al sur de los Pirineos, ya mejor no les cuento pormenorizar en algunas de sus regiones naturales, provincias o Autonosuyas, como las bautizaron de un tiempo a ésta parte.
En la época, de los que nos quieren volver a invadir y que sin ningún recato afirman que ésta tierra es de ellos y los conquistadores con malas artes nosotros, la dividieron en reinos que por su peculiar manera de gobernarse y su relación de “amor-odio” entre ellos denominaron de “taifas” (taifa, significa: bando, facción, reunión de personas de mala vida o poco juicio). El castellano, con perdón –otro de los proscritos de los progresistas- lo define perfectamente.
Por herencia, las Autonosuyas reciben la misma definición de quienes proceden, los Reino de taifas; en singular, dicho y aclarado, sin respuesta posible en contra.
Ya lo sabiamos, pero ahora “gozamos” de la certeza que el 43% de los catalanes, reniega de ser españoles, también lo conocíamos todos menos los del gobierno, que en el País Vasco, versión post democrática, Las Vascongadas, de toda la vida de Dios, hay unos tipos herederos de las “grandezas” carlistas que se dicen seguidores de sabino Arana, que como todo el mundo medianamente “leído” sabe renunció a cualquier aventura separatista de aquellas tierras y que en total sumando las tres provincias más el viejo Reino de Navarra, son según comprobamos por las urnas 330.000, una arriba, dos abajo.
Con esa representación en las Instituciones vascas, disfrazados, para la ocasión, según convenga: generico=batasuno=representante político de ETA (dermostrado banda terrorista que asesina sin piedad)= Bildu y dentro de lada además con las siglas que se prohibieron por el TS de Sortu y que pretenden que vuelvan a la actividad política en las próximas elecciones, donde la maravillosa formula de la ley D´Hont, les dará 3ó 4 representantes, que como sus “hermanos” de Bildu, cobraran del presupuesto general, es decir de todos los españoles, sin excepción.
A todo ello, añádanle, los gallegos que han perdido definitivamente el castellano, a tenor de la moda de las lenguas propias, a las que hay que conservar del “apestado” españolo que todo lo contamina; hasta que extremos que en el 2.050 serán más de 700 millones los que se entenderán en la lengua de Cervantes, a excepción, claro está, de las Autonososuyas, en las que para entenderse entre ellos lo harán en ingles, porque habrán perdido, cada vez es mas evidente, el nexo común que era el idioma que nació precisamente en San Martín de la Bacoya, malditos monjes que todo lo estropean, meten la nariz fuera de la sacristía y se sacan de la bocamanga una lengua, que se propaga por miles y miles de personas. Lo peor es que amenaza en pleno siglo XXI con ganar muchísimos mas adeptos; cosa que molesta muchísimo a los sesudos dirigentes de las autonosuyas con otra lengua además.
A éste paso y como continúen así las modas, españoles, españoles, lo que se dice españoles por los cuatro costados, quedaremos pocos, ¡que digo, pocos son muchos!, posiblemente quedemos usted y yo, si es que usted no renuncia al Cid y los que vinieron detrás. También de los dos bandos que se dejaron un millón de muertos del 36 al 39 del siglo anterior. Por no renunciar, ni de Zapatero, que hay que tener valor.
Con todo el temor del mundo y mucho respeto, usted perdone: ¡soy español!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario