La dimisión de Camps, tiene doble lectura y un resultado más profundo del que aparece a simple vista.
Para empezar Paco Camps, es el segundo político que practica la limpieza democrática y casualmente los dos únicos que lo ha hecho desde que se inició la Democracia en lo que era España, son valencianos y curiosamente uno por partido, ambos a dos han sido el blanco contra el que han disparado los actuales mandamases socialistas.
Antoni Asunción, el primero que practicó el sano deporte de “dimitir”, lo hizo siendo Ministro y sin que nadie se lo pidiese.
El segundo apuntándose al “juego”, Francisco Camps, lo hace después de haber ganado unas elecciones por “goleada” y teniendo sobre su cabeza el proceso del caso Gurtell.
Paco, no quiere seguir en la Presidencia de los valencianos, con una “apaño”, como era pagar la multa, y seguir en el cargo. Eso significaba reconocerse culpable y haber mentido reiteradamente a los paisanos.
Como dije en un escrito anterior, de las tres posibilidades que se le presentaban, ha escogido, la de la dignidad, no perjudicar al partido, no ser el causante de objetivo de los contrarios en las elecciones que se aproximan, y esperar a que en el juicio quede libre de culpa.
Hay más en la dimisión, Camps se va sin juicio y por lo tanto sin sentencia, pero deja en el tapete y para la opinión pública los casos de los ERES, sin resolver, el trafico de influencias de los hijos de Cháves, y sobre todo la pataleta caliente y envenenada del caso Faisan, que quema a Rubalcaba.
El principal “caramelo” de los socialistas, se ha esfumado, ¿y ahora que….?.
Rubalcaba, que es el mejor Mefistófeles conocido, preparara alguna gorda, los españoles deseamos todos, fervientemente, que casualmente no se produzca otro 11 M, o que los del 15 M, como sucedió en los últimos días de su “actuación”, no recurran a la violencia.
Porque los espectáculos de la policía sin actuar, y huyendo es demasiado lamentable y otra “salida” como la de Leganes, sería dañina para nuestro recuperado turismo, que no hay que olvidar que nos vuelve de rebote.
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