Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

viernes, 3 de mayo de 2013

SOY VALENCIANO, CON PERDÓN

El tener clara la identidad no es políticamente correcto, en éste momento se estila lo “bi”, es decir ni carne, ni pescado; “darle” a las dos cosas, por el coche motor o por el de cola. Eso siempre me recuerda que mi abuelo que era del Cabañal, decía que tanto era “mariconchi”, el uno como el otro. Un servidor, con el debido respeto, es valenciano y se siente como tal; ya eso de la Comunitat le suena raro, porque tenía un nombre nuestra tierra, mas antiguo que el descafeinado de Comunitat, y menos repelente que el de País, sencillamente porque las tres provincias son un reino, des de hace dos días, nada menos que de tiempos del fundador del invento, el rey Jaume y ahí están las crónicas del Montaner, escritas entonces y que lo atestiguan. D. Ramón, que era del camp de Morvedre, fue el historiador coetáneo, escribió La Crónica, dando fe a medida que se producían los acontecimientos, luego no ha lugar a equivoco, y mucho menos a duda, por el paso de lo años. Si desde el 1238, esta tierra ha sido un reino, ¿para que cambiar la nomenclatura y mucho menos bajarla de categoría?. Ser valenciano es tan importante como ser catalán, vasco, gallego o de la France. Y el sentimiento va unido a la reivindicación, del ser y sentir y solicitar el respeto de los demás. Si quieres que te respeten, comienza por respetar. Quiero dejar sentado que soy valenciano y no catalán, por mucho que se “emperren”, los primos del norte en afirmar que todos somos unos. Sabemos que les interesa contar con la riqueza del Reino de Valencia y no paran de “moverse”, inclusive comprando conciencias, para llevarse la joya de la corona, a sus cuatro barras que tampoco son suyas, si no apropiadas indebidamente. La bandera de los catalanes, desde siempre es la Cruz de San Jordi, de la que no hablan y ocultan, ¿porqué?. Al principio se adueñaron de la cuatribarrada de Aragón, el pendón del Rey aragonés, que ampara a todos los reinos. Ahora se han inventado otra que es una mezcla del pendón con una copia burda de la señera valenciana. La estrella de las cinco puntas blanca, se debe algún milagro que se me escapa. Puedo medio entender a los imperialistas del Principado, condado y señorío, por su afana expansionista. Lo que no tiene justificación ni nombre mas que el de traidor, es la labor de “zapa” de algunos valencianos que venden su identidad, por cuatro cuartos, a los primos del norte. Respeto todas las teorías pero la historia solo es una, y lo único que tenemos en común, valencianos y catalanes, es que durante siglos hemos compartido un Rey, y formado parte de un gran reino el de Aragón (Hoy se diría un maxi reino, o un reino federado). Repito: ni soy catalán, ni hablo catalán; mi idioma es el valenciano además del castellano y mi país es el antiguo reino de Valencia dentro de España. Además de andaluz por adopción.

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