LAS TRES ESPAÑAS

El asesinato de la presidenta del PP de León, nos ha devuelto, “reseteadas”, las tres Españas; antes fueron dos, en este siglo ya son tres, sin contar las intentonas de rotura de la vieja piel de toro. Lo primero recordar a los desmemoriados, de buena voluntad o intencionados, que la vida es sagrada y corresponde solo al Altísimo, decidir sobre ella. Nadie está autorizado para atentar contra su vida, o la del prójimo. La gente de bien condena cualquier tipo de atentado que se pueda producir contra ella y se posiciona del lado de la familia de la asesinada. ¿Por qué tres y no dos?, sencillamente porque lo de rojos y fachas está obsoleto, no existe más que en las bocas de los que viven de esa división, que en la práctica están posicionados en los nuevos bandos. Reconocemos a unos que se autodenominan de izquierdas, otros que se apuntan a lo de derechas, el” piquete” de los que buscan desesperados su asiento para el futuro, el bienestar de por vida. Como consecuencia la sociedad nos presenta las tres Españas: una, la que forman los in y los antis, los que dicen ser anarcos, etc, resumiendo los resentidos sociales y los del follón, luego está la clase política y por último el pueblo, al que se engaña y manipula “ a gogo”. El deplorable asesinato de Doña Isabel, nos las rubrica para vergüenza de las partes. Los de la “bronca” ha justificar el asesinato, bajo el supuesto etarra de “algo habrá hecho”, por medio de las redes sociales . Los políticos acusando a tirios y troyanos de ir por ellos, cuando la realidad es bien distinta, la presidenta de la Diputación de León, ha sufrido la ira y venganza de personas que la odiaban personalmente, es un mero asesinato, como otro cualquiera y tan condenable como son todos los homicidios. Si mal están los gritos de los “anti”, peor es pretender condenar al pueblo acusándolo de algo que no es, ni ha hecho