No era necesario ser un pitoniso, ni listo, bastaba con ser lógico para saber como terminaría la marcha anticlerical, convocada ayer en Madrid por los que se dicen laicos y que en realidad son los de siempre, al servicio de los de siempre también y vale la redundancia.
El, o la representante del gobierno central en la Comunidad de Madrid, debió advertirlo antes de dar su permiso para la mencionada “supuesta” manifestación en contra de la venida del Papa a la capital de lo que fue la católica España, cunado en realidad era otro movimiento más de las izquierdas para desestabilizar y calentar el ambiente, un poco más, con vistas a las próximas elecciones; ¿será por ello que la gobernadora permitió la marcha?.
No es que uno sea mal pensado, es que un niño con dos dedos de frente sabía perfectamente que terminaría a “!palos!”.
Los supuestamente “indignados” y seguros ignorantes necesariamente “convencidos” por conveniencia, sabían muy bien lo que hacían y que a lo largo de su marcha se encontrarían con algún inocente de los que en consonancia con su fe, ha acudido a la llamada del Pontífice.
El resultado previsible y sabido: ¡insultos y al final agresiones!. Lo que les sacó de quicio a los manipulados voluntarios, fue que en contra de sus insultos les respondían con rezos. Se conoce que en el manual del provocador y desestabilizador social, no viene esa posibilidad, y por ello pasaron de las palabras disonantes a los hechos. ¡las agresiones!.
La policía debidamente aleccionada miraba y se limitaba a dejar hacer, cuando los alborotadores se vinieron “arriba” no les cupo otra que intervenir y fue cuando se confirmo que los manifestantes estaban preparados para mantener una batalla campal con quien fuera: policía o peregrinos, que se saldó con 11 heridos entre ellos varios componentes de las fuerzas del orden y seis detenidos, a los que como es habitual, la Señoría de turno, se dará prisa en dejar en libertad, ésta mañana.
Para conocimiento de los que obran de buena fe, conviene recordarles que la llegada de Benedicto XVI, deja sus buenos “duros” y sin contar alojamientos y viajes, los llegados de todo el mundo, aunque solo sea por supervivencia, dejan dinero, riegan desde su bolsillo los caminos por los que pasan. Hagamos una operación sencilla, por barato que se muevan, cada uno ¿no gastara 30€, al día?. Evidente que si. Como son más de un millón, saquemos la cuenta por esa cifra exacta para mayor simplicidad: 30€ X 1.000.000 = 30.000.000€ X 6 días = 180.000.000€ que se quedan en nuestro país. Lo cual tal y como estám las cosas de la economía, es una bendición del cielo y una ayuda a los distintos negocios que se beneficiaran de su presencia en las ciudades, pueblos y la capital.
Dice en refrán que hombre prevenido vale por dos.
Esa máxima la debió observar prudentemente la responsable del orden en Madrid, antes de facilitar la venia a la manifestación, que si de verdad hubiera sido como protesta de algo, en España, ejemplo de religiosidad, no se hubiese celebrado por ese motivo.
Como se ha permitido, y aplicando el beneficio de la duda, está claro que hay ciertas cabezas que no están capacitadas para regir puestos de importancia, y menos si atañen a la seguridad de los españoles.
El tristísimo espectáculo de ayer en la Puerta del Sol, era evitable y de esa manera el buen nombre de nuestro país, no se vería envuelto en las críticas de los medios internacionales de comunicación que dan cuenta de las agresiones sufridas por unos sencillos peregrinos, que contestaron a las mismas rezando.
El tal ZP, cada día que trascurre se mete más en la ciénaga, y cuando termine su mandato, debería dar cuenta del mucho daño que ha hecho a éste pobre país y a sus desesperados ciudadanos.
No basta con irse, hay que depurar responsabilidades y el cúmulo de despropósitos cometidos por éste Señor, del último estamos dando cuenta, cada vez lo hacen más necesario.
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