POR LO MENOS DOS MILLONES DE HUMANOS, SI SABEN LO QUE QUIEREN

Resulta consolador para quien lleva años haciendo el camino, observar que no todo está perdido como parece a simple vista.
Que el mundo del siglo XXI, tiene esperanza y que no todo son ataques contra los civiles practicados desde el poder, ni atentados terroristas en sus distintas variantes, desde aquellas que efectúan los que dicen estar en guerra, hasta los que realizan personas a las que primero se les ha hecho un lavado de cerebro anulándoles su voluntad para trasformarlos en maquinas humanas de matar.
En un mundo que en pocos años se ha pasado desde el máximo respeto a los mayores, al insulto, la mofa e incluso el intento de asesinato, solo por ser mayores, la pérdida del respeto es el pan de cada día.
La juventud, en su inmensa mayoría camina por caminos de espinas que ellos mismos han seleccionado, la chapuza, la bravata, la droga y otras malas artes, son a día de hoy, su quehacer de día a día.
Perdida la educación primaria, cosa que he sancionado una y otra vez, en mis artículos, los progenitores se han esforzado en dar a las generaciones siguientes a la guerra civil, en el caso de España y de la Mundial, en otros países, toda clase de bienes que ha ellos se les negaron. Es normal escuchar en la boca de los padres. “no quiero que mi hijo, pase lo que nos toco a nosotros”. Y se pasó de la más severa educación, a otra amparada en el denominador común de la permisión, del “todo vale”.
La generación del inicio del siglo, se encuentra desamparada, ante la inseguridad ciudadana, el desorden y lo que éste entraña.
Ya no se dan las guerras generales, la moda son las guerras locales, es una nueva formula para experimentar armamentos, para que el negocio de las armas perviva y deje buenos dividendos. A la vez que se producen las limpiezas étnicas, o se matan sin miramientos. Hay muchos millones en el mundo y sobra gente, es la justificación de quienes carecen de escrúpulos y mandan matar.
El genocio es continuo, si no es directamente con las armas o los explosivos, es de otra forma, casi peor por sus resultados, llamados en el lenguaje moderno “colaterales”. Las drogas que también se han modernizado, de la “griffa” del norte de Africa, y el opio, en Asia; se recurrió al “porro”, hoy generalizado, para ir escalando a peor, achís, mariguana, coca y drogas de diseño.
En el capitulo de lo negativo está la política, opio de las conciencias y devorador de individuos a los que se selecciona para el odio a terceros.
Los ejemplos evidentes y recientes, contemplados con estupor por las personas normales y que dejan en evidencia hasta la seguridad de algunas Naciones. Lo malo de ello es que están patrocinados por la política.
El espectáculo para soñar en lo mejor, y creer en la esperanza, lo han dado dos millones de jóvenes que han peregrinado a España, para estar con su líder espriritual y dar testimonio. Dos millones de jóvenes, algunos de ellos casi niños, se prestan para pensar en un mañana mejor.
Habrá que esperar a que esas generaciones, sin perjuicios y de una madurez que deja con la boca abierta, pasen por méritos propios al primer plano, sean ellos los que dirijan, seguro que las cosas mejoran.
Los enfrentamientos con el montaje de la manifestación laica, de solo 3.000 manipulados y es posible que pagados, hay que verles la pinta, han dejado constancia de su madurez, de sus firmes creencias y que son embajadores de la paz. Los instigadores y provocadores, se han tenido que retirar con el rabo entre piernas. Hasta los programas montados en las televisiones para hacerles eco, han perdido audiencia. La tele basura, cansa. Esa es otra advertencia a esa clase de medios, la gente no es tonta y empieza a hartarse de la televisión “ a la carta” del que ordena, manda y manipula.
Una parte de la nueva sociedad está dejándoles con el trasero al aire.