Justifican el atropello e incluso bendicen, el recambio de asesores, que lo dan como imprescindible para su supervivencia en las instituciones, a las que han accedido después de las últimas elecciones.
No se sonrojan en absoluto, cuando dejan claro que llevar “a su gente” a los puestos de confianza, es un acto de seguridad política, en contra de las posibles zancadillas y falta de profesionalidad de los funcionarios que trabajan en los puestos de la administración y que suponen simpatizan con los anteriores administradores.
Y digo yo:¡Quien no se fía, no es de fiar!. Entienden como mal menor, necesario el enchufismo, aunque no haya un duro para pagar las nóminas. La sinvergonzonería alcanza limites insospechados, ¿hasta donde vamos a llegar?.
Esta mañana me he reunido con un político de primera división para tomar un café y charlar. Me ha preguntado y le he dado mi opinión. En un estado claro de derecho, se supone que los profesionales, no tienen color y están al servicio de los ciudadanos, sin etiquetas. A la vez le he hecho llegar la alarma social producida por los nuevos “enchufes”, los rectores de los diferentes espacios administrativos, no han hecho mas que aterrizar llevando de la mano a sus “pelotas” (para ellos personas de confianza), que cobran y buenísimos salarios, sin tener ni idea de que va “la movida” (el trabajo en sus nuevos puestos). Por lo que he escuchado son “capataces”, cuya principal misión es el “espionaje y el chivateo”: ¿menudo trabajo?. Veremos lo que les cuestas a los estamentos en los que se han “enquistado”, sus “golpes de timón” sin saber como se maneja un barco. Porque las pifias, cuestan dinero.
Otro político que desayunaba con nosotros aseguraba que precisamente el no haber cambiado la cúpula policial en el Ministerio del Interior, le consto las elecciones al PP, en las que Rubalcaba y sus boys, hicieron lo que todos sabemos para que ganara Zapatero.
Dudo que un técnico, se preste a enjuagues del color que sean. El técnico lo es porque ha demostrado su capacidad y no va ha cambiar y poner en entredicho su profesionalidad, por el caprichito de un político arrivista. Pero claro, es mi punto de vista y el de los “entendidos” en el arte de “chupar piragua” está demostrado que es otro.
¿Quién lleva razón?. No lo se. Quien impondrá su criterio, lo tengo claro, ¡el político!, sin dudarlo.
Mientras, las administraciones que están endeudadas hasta más allá de los ojos, continúan sin hacer efectivo sus salarios al personal. Así que se les juntará este final de mes, otra paga mas, a la que deberán hacer frente además de las atrasadas. No entro en las bolsas, ni la antigüedad pendientes. Sencillamente me refiero a lo que significa la supervivencia de las familias y sus obligaciones financieras. ¿Cómo les van hacer frente…?.
En Borriol, y en mitad de un concierto, los músicos cortaron el mismo y se bajaron del escenario como protesta por no haber cobrado los salarios. La reacción de los asistentes fue un cerrado aplauso de apoyo.
La banca de éste país que como todos conocemos obedece a Botín, ha recortado los créditos a las familias y pequeñas empresas en 1.100 millones. Y Zapatero, reverenciándolos.
Con respecto a los bandazos de los políticos, según convenga, dan otro toque de atención al contribuyente los catalanistas que se mueven en la Comunidad Valenciana, donde dicen estar en contra de la modificación de la Constitución, mientras sus jefes, los primos del norte, bendicen el cambio.
Este podría ser el panegírico del despropósito nacional, a mí, me lo parece.
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