EMPRESARIOS CON MÉRITO: PEDRO CASTELLANOS

Gentes que mantengan su negocios abiertos, con las que les está cayendo, merecen ser destacadas y homenajeadas por todos. El hecho de abrir la puerta del negocio cada mañana, ya es para ser publicada y enmarcada, pero además mantener las plantillas de trabajadores es de milagro y de acérrimo seguidor de la Santa de lo Imposible. Sirvan estás líneas para glorificarlos a todos y agradecerles en nombre de los españoles, su esfuerzo. Conozco a uno de ellos algo destacaco como representación de todos los demás. Pedro Castellanos, es ante todo un hombre bueno, lo cual en el día de hoy, ya constituye una excepción, pero si encima tenemos presente que se desenvuelve en el mundo de los negocios, el ser bueno, puede constituir la excepción de la regla. Somos amigos de más de 40 años, por lo que hablar bien de un vivo y un amigo, ni es frecuente, ni mucho menos se prodiga. Mi amigo Pedro, un jovencito de más de 80 años sigue al pié del cañón, con gran sentido del humor, otra fantasía que va en contra del orden establecido, porqué teniendo presente lo que sucede en el país, lo suyo sería que estuviera de “mala leche, permanente”, cosa que esta muy lejos de sucederle al caballero Castellanos. La pregunta que nos hacemos muchos amigos es. ¿Qué necesidad tiene Pedro, de continuar firme al frente de su empresa?. El otro día cenando en su casa y como de pasada se le escapó, el justificante: “¡por responsabilidad!”. El amigo Castellanos, tiene un pacto de honor no firmado con su gente; su plantilla de trabajadores, en la que hay hijos y familiares de los que les precedieron. Ese es el motivo principal, al que une su gran amor por la profesión. La hostelería y especialmente la restauración, se le metieron en el cuerpo hasta llenarle por completo el corazón. La Marcelina, su Marcelina, el restaurante decano de Valencia, en el paseo de Neptuno, mirando al Mediterráneo, tiene 124 años, y ese decanato obliga a mantenerlo como un pincel y lleno de detalles, unos antiguos otros modernos pero todos dentro de un gusto exquisito, con un buen servicio y un producto excepcional. Ya se que habrá a quien no le guste, la comida o la decoración, hay gente para todo. Pero estar en activo y en la primera fila de la restauración valenciana desde 1.888, son un pasaporte definitivo y merecen la credibilidad del cliente y el respeto de la competencia. La persona que es capaz de recibir a más de 300 japoneses diarios con motivo de la semana de Japón, o que en su media de comensales está en los 250 diarios, con la crisis acuestas, merece ser destacado como ejemplar a imitar. Su imaginación es infinita y no para de ser creativa, para mantener contenta a la clientela. Los menos que ha preparado para estas fiestas son el mejor cheque posible para los que le visiten. La proporción calidad precio, es inmejorable. Por está vez, me complace escribir por alguien que esta vivo y se merece todos los elogios. Con la prueba de admiración y amistad recibe un fuerte abrazo.