TODOS CONTAMINADOS

La locura política en éste país antes llamado España, ha llegado a contaminar prácticamente, a la totalidad de sus habitantes. El las Españas, reina la ley del desatino, sin ningún paliativo. El contagio ya se ha trasformado en pandemia, más peligrosa que el cólera que termino con muchos españoles en su época. Yo tenia a mis paisanos los valencianos por gente estable emocionalmente y con “los tornillos” de la sesera bien puestos y ninguno flojo, con dolor he descubierto hoy que también ha ellos les ha llegado la enfermedad, ya han dado el primer paso en lo de visitar al psiquiatra: desde algunas instancias oficiales se solicita que en las revalidas, que contemplará la próxima ley de educación, pida una puntuación sobre el segundo idioma igual que el primero. Por una tontería parecida empezaron los primos del norte y vean donde se encuentra hoy. ¿No será mejor que los niños aprendan perfectamente castellano, e ingles, que necesitaran a lo largo de su vida primordialmente y que dejen el segunda a su uso cotidiano?. Lo he escrito muchas veces, ser bilingüe, es un don de Dios, no una tara y menos una obligación. Lo último queda para no cometer los tremendos errores, con los que se trata al primer idioma. En la Universidad, me he encontrado con chicos estudiando carreras que cometían faltas garrafales en castellano. ¡De autentica vergüenza!.¿No será mejor que dominen uno bien que usen dos o tres mal?. Cambiamos de materia, pero no de enfermedad: Parece que exista una necesidad de ocultar que la Bañez, la ministra del desempleo, tiene desde hoy 75.000 clientes más, son los paisanos que han perdido su trabajo en el pasado mes de Noviembre. ¿De estos no dice nada la banda de Rajoy, ni sale la Cospedal, ha decir que es de “caras duras” permitirlo?. ¡Ley del silencio!. Consecuentemente, son menos españoles a cotizar a la seguridad social, en contra de su voluntad y por que hay un gobierno en el país que no funciona, el suma y sigue, se coloca en los 875.000, en el año del nuevo amo de la Moncloa. Váyase Rajoy, se lo repetimos en términos de concordia, y lárguese antes que sea demasiado tarde. La epidemia actual amenaza con terminar con todos, sin distinción, entre los que no se libran, están la “casta” y la “clase” política.