FABRA, TIENE LA PALABRA PARA LA SUPERVIVENCIA DEL VALENCIA CF

El presidente funcionario, se aferra al sillón, como si estuviese atornillado al mismo. 360.000€, al año son los culpables, en antiguas pesetas, 59.898.960. ¡Es un dinero!, multiplíquenlo por los años que el caballero lleva al frente del Valencia, gracias a Olivas, y verán como la sentencia de Roig, al llamarle presidente millonario es correcta. Con buenas o malas artes, según el que lo juzgue, se ha hecho con un capitalito, que ya no hay quien se lo quite. Si se analiza su gestión está no ha resultado tan exitosa como se previó. Se le llevo a la presidencia para solventar la deuda, puesto que lo que tenia que hacer era vender bien los terrenos del viejo Mestalla, con lo que se terminaban las dudas económicas del club y daba para finalizar las obras del nuevo estadio, que dicho sea de paso, no hacía ninguna falta. Puesto que si el viejo quedaba dentro de la ciudad, el nuevo también, un poco más lejos. Sus propuestas que se conozcan solo ha habido una y ha fracasado. Desde que se produjo el consenso entre Bancaja, Olivas y la Generalitat, Camps , que fueron sus padrinos, hasta hoy, la situación ha cambiado, al igual que las “caras”. Bancaja, es historia, como Camps, lo es en la Gneralitat. Bien cierto que salvo que el preident, se vuelva loco, el Valencia es intocable y mantendrá su aval, ahora con Bankia y a la vez moverá los hilos de la política, para que dejan en paz al Club representativo de la Comunitat, por su larga trayectoria internacional y su historial brillante en el deporte rey. Si Fabra quiere vivir tranquilo, lo que tiene que hacer es permitir que las gradas estén quietas. Eso me recuerda una situación parecida pero con el equipo vecino, el Levante. El día que Clementina Ródenas, alcaldesa, me pregunto, ¿Qué pasaría si desaparecía el club decano de la capital?. Mi respuesta fue contundente y drástica: ¿Qué tú, no vivirás para contarlo!. Paco Gandia, que me acompañaba, al escuchar mi contestación, miró para otra parte muy serio. Es verdad que eran otros tiempos y otras gentes. ‘. El Club, en lo deportivo ha tenido suerte hasta ahora, olvidando que de ser un equipo para competir ganándolo todo, se ha quedado en el primero del pelotón de los torpes. Por eso en cuanto han salido los pañuelos, se ha producido los ceses de entrenador, “gracia” que costara tres millones de euros, no previstos. Y la contratación de otra medianía; hace unos días me preguntaba si el cacereño, era el entrenador indicado para la presente situación del vestuario. El hombre de confianza de Llorente, ha echado mano del primero que tenía para colocar e intentar tapar la “gotera”. Lo malo es que el Club, sigue endeudado por 370 millones de euros, según lo manifestado en la última asamblea y la “carcoma” del nuevo estadio sin acabar. Veremos cual es la decisión de Fabra, si la pañolada sigue en el viejo Mestalla. Si no se coloca en puestos de champións, los ingresos bajaran considerablemente, como ya se ha visto que han perdido 11.000 socios en poquísimo tiempo, ello dificultará el pago de la deuda y el mantenimiento de una plantilla en condiciones. Con lo que el futuro será cada vez mas difícil.