Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

domingo, 30 de diciembre de 2012

EN BELEN HABÍA BURRO Y VACA Y LOS REYES MAGOS ERAN DE ORAN

No es que me pida el cuerpo pelearme con el episcopado español en pleno. Ni mucho menos entrar en debate con el Pontífice, que eso son palabras mayores, pero a lo mejor me divierte aunque solo sea de “paso”, llevarle la contraria al cardenal Ratzinger. Benedicto XVI, antes de ser elevado a la silla de san Pedro, un eminente teólogo, tenía, según cuentan, aparcados una serie de estudios que dormían en sus estanterías el sueño de los justos, hasta que convertido en Papa, los está publicando trasformándolos en best seller, para los lectores católicos. Al final son trabajos muy cuidadosos pero que no responden al urbi et orbe, a la palabra sagrada ex cátedra y por lo tanto pueden, o no ser ciertos, como la publicaciones de otros tantos investigadores que dicen lo contrario. La Biblia, el libro sagrado no se pronuncia en éste sentido, ni por boca de los profetas ni los escritos de los evangelistas, San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan, o lo tenían tan claro “que por sabido se omite”, o no tenían ni pajolera idea y “en boca callada no entran moscas”. Por ello tanto al cardenal alemán como a los otros hay que aplicarles el beneficio de la duda y quedarse con lo que a uno le convenza. Pienso, creo o mantengo mi creencia que en el portal estaban el buey y el asno calentado al niño, algo que hay que interpretarlo como de caridad, nacido en una cueva y teniendo por lecho un pesebre, es de piedad pensar en que los animales, habitantes del corral, se prestaran a calentar con su aliento al recién nacido, del mismo modo que habían prestado su comedero como lecho, máxime teniendo en cuenta que era el Salvador y el Eterno, ¿porqué iba ha dejar el pesebre sin sus animales?. Va en contra de toda lógica. Si a su eminencia D. José Ratzinger, no le gustan, está en su derecho de quitarlos, como yo de ponerlos, por lo dicho y por tradición; me los colocaron desde pequeñito en el belén y ahora con los huesos doloridos por los años, ¿no los voy a quitar?. Mi amigo y colega Baltasar Bueno, que tiene nombre de rey mago, ha publicado un trabajo muy bueno en su diario el Levante de Valencia, donde le lleva la contraria al teólogo alemán que ha publicado, diciendo que los Magos, provenían de Tartessos, es decir de donde me encuentro. Personalmente me divierte pensar que una antepasado de mi amigo Miguel el gitano, pudiera ser Gaspar, pero me inclino más por los argumentos de mi compañero Baltasar, cuando asegura que los Reyes Magos, los de verdad, venían de Omán y que precisamente son parte de su patrimonio cultural y tradicional, y a los visitantes de la zona es la primera cosa que cuentan. En los escritos sagrados se dice que provenían del oriente, sin precisar. Y el oriente visto desde occidente es muy, pero que muy extenso. Pasa con él, lo mismo que el Levante español, que va desde Gerona a Cádiz, aunque se empecinen en colocárselo solo a los valencianos. Lo de que eran reyes, está relacionado a los presentes que ofertaron: oro, incienso y mirra; que no todo el mundo los lleva en la mochila para irse de picnic. A tenor de la calidad de los regalos, la categoría de los ofertantes. No sabemos quienes fueron salvo sus nombres y por tradición el color de su piel, por tradición también, sus restos están en un túmulo en la catedral de Colonia. Como son buena gente que les traigan muchos regalos, pero de los prácticos, en época de crisis hay que recurrir a las necesidades y olvidar los caprichos: pan para los hambrientos, casa para los indigentes, trabajo para los parados, paz, salud y amor, y sobre todo el milagro de los milagros, que podamos llegar a fin de mes.

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