EL INSACIABLE MONTORO

Existe la suposición, en ocasiones contrastada, que los funcionarios de ciertos estamentos oficiales, se comportan con el público como si fueran los dueños del “cotarro”. Lo mismo, pero con menos presión ocurre en ciertas empresas. Ni que decir que quienes no son de la “cuerda”, critican duramente a los que con tanta eficiencia desempeñan su trabajo; la repulsa suele ser: “Pepito”, “Marieta” parece que vayan a “heredar”. Por supuesto que los mencionados, jamás conseguirán que el Ayuntamiento, la oficina de Correos, o el banco, etc, pasen ha ser de su propiedad. Desde que hemos cambiado de gobierno, el celo en cuanto a apropiación del puesto de trabajo, no es que se ha vuelto obligatorio, es imprescindible y por muy blindado que se tenga por haber hecho las temidas oposiciones, la continuidad en el “reinado” monclovero de Rajoy, no esta seguro nadie, al contrario pende del capricho del político de turno y del interés que tenga de enchufar a un amigo o familiar, en cuyo caso está usted en el INEM, sin anestesia, ni nada. Lo de la “herencia”, si se está extendiendo entre la clase dirigente, tanto que ha llegado ya a la primera línea de mando. La prueba la tiene con el ministro de los dineros, Montoro, remueve por los cajones en busca de más y más “pavos”, ya ha criticado y avisado a deportistas, actores y restantes personajes que viven dentro del mal llamado mundo de la cultura, porque sin ánimo de ofender, alguno de ellos es el vivo ejemplo de lo contario. También les ha advertido a los colegas políticos, aquello de que: “hacienda, somos todos”. El “fiscal” de los bolsillos sigue buscando y ya está, con las gentes que se “ayudan” - los que tienen esa suerte- perteneciendo como asiduos tertulianos, o esporádicos en las de radios y/o televisiones. Preguntados los más conocidos de los compañeros que se dedican a ello, han reconocido que los emolumentos, han bajado sustancialmente y en lugar de subir, han descendido muchísimo con el paso de los años. Han ido de mas a menos, ahora el tema está en situarse entre los que pertenecen a los programas que mejor pagan. Suelen variar entre los 500€ por sesión hasta los 50€. Pero digamos que la media está en torno a los 100, ó 150€, por asistencia. Los que más se estiran son las televisiones y los más agarradetes, las radios. Montoro, que se ha destapado como un voraz depredador de los bolsillos, especialista en los más críticos, ha lanzado el “envite” que: “ no se puede estar todo el día pontificando, sin pasar por la taquilla de hacienda”. Así que queridos colegas, eso huele a inspección……Y parecía antes tan simpático y calladito. ¡Hay que ver, hay que ver, lo que va de ayer a hoy!.