HABEMUS PAPAM

Otra vez más se cumplió el dicho, que empieza ha ser una sentencia o quizás una maldición para algunos. “al Conclave, se entra Papa y se sale cardenal”. La frase que temen más de dos cardenales y que ninguno quiere oír, es una verdad que se puede considerar como una burla de la Paloma Santa. Hoy se ha mostrado en la Plaza de San Pedro, en forma de gaviota y ha revoloteado la gran plaza, a la vez que se apozado bastante tiempo sobre la chimenea colocada en la capilla Sixtina, para dar a conocer al mundo la buena nueva. Ha siso la nota curiosa durante las horas de espera y ha servido de distracción a los miles de personas que han soportado el frío y la lluvia, con la que San Pedro, ha querido mandar a los que aguardaban. 115 cardenales con derecho a voto, es decir menores de 80 años, en el momento de quedar la sede vacante; es decir las 20 horas del jueves 28 de febrero de 2.013. Sus Eminencias Reverendísimas, se han movido con prisa y al segundo día de Conclave y a la quinta votación salto la noticia, había “fumata Bianca”. Los medios de comunicación seguían especulando con los nombres que se habían manejado como papables, sin atreverse a dar un nombre concreto, hasta que el cardenal protodiacono, nos ha sacado de dudas; estrenamos Papa, en todos los sentidos nuevo e inesperado, y que estrena nombre en la larga lista de los que le precedieron. Su Eminencia Reverendísima el cardenal Jorge María Berboglio, es Francisco I. Se rompieron las quinielas; ni italiano, ni próximo a la curia, ni europeo, y tampoco norteamericano. El Espíritu Santo, había puesto sus ojos en un argentino, que estuvo muy bien situado cuando se eligió a su predecesor, pero que aparentemente no contaba en ésta. Los teólogos mas eminentes, mostraban un perfil de una persona joven, poliglota, próximo a la feligresía y con mano dura para llevar la nave de la iglesia que parece que está dentro de un temporal y con algunos “capitanes” haciendo la guerra por su cuenta. La nueva evangelización, cortar en seco la pederastia, poner firme a algún que otro religioso, desde los “frateli” purpurados hasta el cura de pueblo. Afrontar la situación de la mujer en la iglesia, devolviéndoles el protagonismo que tuvieron tras la muerte en la cruz del Redentor. Reconsiderar el celibato. Colocar la iglesia al día, meterla en el siglo XXI con la devolución de la comunión a los divorciados y promover las vocaciones, son entre otros los puntos calientes que tiene que resolver si pausa el nuevo Pontífice. Tiene que poner la fuerza que le falto a su predecesor, con el que además tendrá que cohabitar, esperemos que sin roces. El problema es la edad, para tan ingente tarea, el Pontífice es setentón, exactamente 76 años, cumplidos. Cuenta Carlos Amigo, que su Santidad ha desayunado con un grupo de cardenales, como uno más. Otra prueba que el sucesor de Pedro quiere estar con la curia, ¿para tenerla controlada?. La crus de madera que lució en su pecho, puede ser un aviso que el Papa, está con los creyentes y si quiere saber de sus problemas e inquietudes, que es mas humano que dogmático. El tiempo dirá. Otra vez los cardenales han dado la sorpresa. Que el Todo Poderoso, le bendiga y guíe su inteligencia y su mano sin dudas.