LAS FALLAS VENIDAS A MENOS

No es necesario acordarse de Chipre, y encoger los hombres por la que pueda “caer”. Basta con darse una leída rápida a la prensa de Valencia, para cerciorarse que la “crisis” está ahí y como el buen vino, “mejora” con los años. Esta claro que lo de “mejora” es una maldita metáfora. Tenía previsto pasar ésta fiestas en Valencia y reencontrarme con los amigos que todavía quedan en pié, y que desgraciadamente son menos; así lo habíamos organizado. Es mas estás navidades pasadas, le dije a Jesús Barrachina, que le visitaría en la carpa de su falla. Desgraciadamente, el hombre propone, Dios dispone y la parienta, todo lo descompone. Una vez mas se ha cumplido el dicho, por lo tanto será, si vivimos el año próximo. Éste a tirar de periódico para estar al corriente, porque aquí, en el culo del mundo, de fallas en la tele, alguna pincelada cortita y gracias. Nosotros los valencianos como decía Fuster, y tal cual demostró el gobierno Rajoy, pintamos mas bien poquito, en el “desconcierto” de la España de las Autonosuyas, de ellos más que nunca y si no lo creen, consulten al Caballero -si es que tiene caballo- conocido por Montoro; al que en las próximas elecciones y dicho sea con animo de molestar, le votará su señor padre, de él , ¡claro!. Los paisanos del gremio de la hostelería, que son muchos y en su inmensa mayoría muy buenos, se han encontrado con un año “borde”, como en el oficio se denominan a los que son extraños. Cuentan que los turistas que si que han venido a las fiestas josefinas, se contentan con paseos, pipas y bocata; como excepción el menú, siempre eligiendo el más barato. Por lo menos la Señora Pastor, lo ha puesto fácil a los madrileños, van y vienen en el día; gastos el billete del AVE y el bocata. Recuerden que ahora todo el mundo se mueve con la botella de agua “a cuestas”. Mi amigo Pedro Castellanos, el decano de los restaurantes de la capital, con un marcado sentido del humor negro. Cuando le preguntan, responde: “yo ya era antes rico”, lo de la pobreza lo llevo con dignidad”. El joven empresario de 82 tacos que según confesión propia parece “una niña”, tiene bastante “mala milk”, pero por lo menos se ríe de todo, lo cual es muy bueno para continuar prolongando su longevidad y dicho con todos los respetos: ¡y yo, que lo vea!. Se lee, que las once comisiones de la sección especial luchan por sobrevivir. Menos mal que los “rusqui”, si a los de Putin, les ha dado por invertir en la comunidad y especialmente en el centro de las capitales, donde se quedan edificios catalogados como “clásicos” o “históricos” y transformarlos en hoteles de lujo, al gusto de los países del este. Por lo visto formando sociedades con empresarios locales. Supongo que será una alegría, porque los hosteleros se estaban quedando sin trabajo. Me cuentan que bareto que se cierra, lo abre al día siguiente un “chino”, con la misma carta que tenía el propietario indígena. Es decir que las paellas, el all i oli y el all y pebre, así como las patatas bravas, son cosa de los del suhsy, que cosas se aprenden en el siglo XXI. Que se divierten con las mascletas, los castillos, la ofrenda y las fallas y que consigan ligar con un valenciano para estar de verdad en el ambiente festero; una paella de las de los concursos a las 4 de la madrugada sienta “de cine” (por ejemplo), pero para catarla hay que estar “in”. Yo les envidiare desde la distancia. Por cierto la moda son los buñuelos de chocolate. Lo que no me han dicho es si también es cosa de los chinos, o de los del bueno, bonito, barato………. ¿Hay que ver, oiga. Hay que ver?.