¡CHAPEAU SEÑORA!.

Mi admiración por las mujeres valientes y con criterio, no tiene límites. Por lo tanto pase lo que pase con Doña Rosa Vidal, ya me ha dejado con la boca abierta. Desconozco lo que pueda saber ésta señora de televisión y radio, pero lo que no hay duda es que sabe derecho y que no se arruga ante el poder, cuando está cargada de razón. ¡Ojala, en esta España de la autonosuyas, hubieran muchas como ella!. Su forma de “hacer” tiene un aire al de la marquesa, hoy retirada de la primera línea de combate y dedicada a la caza de cerebros para la empresa privada. Mire usted señora Aguirre, ahí tiene un nuevo talento que además tiene un par de ovarios, muy bien puesto; vamos que es de su estilo, el de usted. Rosa Vidal, termina de demostrar que es una esponja, y en un mes ha aprendido más que muchos en una curso completo al frente de una Consellería. La actual Directora General, a la que imagino ya está sentenciada a muerte (les recuerdo que el poder es eso, poderoso y sobre todo vengativo), no le va a tolerar una indisciplina, por mucho que lo justifique y que inclusive, ponga por delante, el precedente de su colega el la RTV de Madrid, que ha terminado empapelado y en el “trullo” por “bisagrero”, más los argumentos de la autoridad laboral, en los que soterradamente avisan del fallo en contra de los “chapuzas” intervinientes por parte de la Generalitat. Los del Olimpo, están en él, por y para algo: ¿Cómo una vil “gusano” se atreve a enfrentarse a todo un vicepresidente del gobierno valenciano?. Eso, no se ha visto antes y no se puede repetir, si se consiente -será la línea argumental del de arriba-, dará sensación de debilidad y otros pueden intentar la aventura. ¡Precedente clausus!. Repito, pase lo que pase, Rosa Vidal, cuenta con mi admiración y respeto, y por supuesto que si le sirve a de algo, tan bien con la pobre ayuda de este viejo trabajador del medio, que eso si de la tele y la radio, sabe más que muchos de los “Sénecas” de ahora, dicho sea, con toda la modestia del mundo. El hecho de aparecer en los libros, me concede cierta justificación y el atrevimiento. Le aseguro que si pudiera, me encantaría felicitarla personalmente: por su valor, por tener criterio propio, por no dejarse influenciar por el poderoso, por su humanidad, por su sentido común, que es el menos común de los sentidos, y sobre todo por mantener la lógica, y la a), del librito de principios fundamentales del medio televisión; la b) y los siguientes apartados, con buena voluntad se aprenden rápido. Insisto, ¡sombrerazo, señora Vidal!. ¿Será capaz de aguantar el tirón, a pesar de la tempestad que se avecina?. De una cosa estoy seguro, que dormirá de un tirón.