CON LA MOCHILA A CUESTAS

Además de enterarnos que los británicos venden el m2 de España a más de 4000€ en el peñón. Lo que no deja de se runa noticia que pone la moral por los suelos, lo que nos entristece y mucho es comprobar que en lo que llevamos de año, han abandonado el país, camino de la emigración, un 41% más de jóvenes que el año anterior. Del 55% de nuestra juventud, con estudios o preparada, cada vez son más los que se deciden por la aventura de trabajar en otro país, en el que si se les reconocen sus méritos y preparación adquirida. Por lo que respecta a la primera de las confirmaciones desagradables, poco o nada que hacer, más que lamentarse y poner del color del perejil, a los ladrones de estado, peroles recuerdo que hace unos días se lo explicaba en un artículo que titulé: ”El pez grande se come al chico”. El libro gordo de la sabiduría popular, hace innecesario ahondar más en el tema, se define por si solo. No somos chinos, ni Gibraltar es Hong Cong.; de ser así, no se harían malgastado ni un centímetro en los diarios. Los súbditos de su Graciosa Majestad, a la que no veo la gracia por ninguna parte, se la habrían envainado como paso en China, y nunca más se hablaría de la única colonia existente en el mundo y que para vergüenza de la ONU, está en Europa, pero mientras la merluza gorda sean ellos, y los chanquetes nosotros, hacerles la puñeta en la verja y a tragar con lo que le salga de ahí a Pichardo, siempre que esté respaldado por la Real Navy. Gibraltar, se la comen con papas, a chorrazos unos cuantos guardias civiles; el problema está que al día siguiente, los “britys” se han merendado A Coruña. Conviene recordar a Cisneros, cuando unos cuantos nobles le pidieron cuentas, el cardenal, los llevo al balcón desde el que se dominaban los cañones y señalándolos dijo: “¡Estos son mis poderes!”. La segunda duele y mucho, cambiamos cerebros y personal altamente cualificado, por los del bueno, bonito y barato, los “paisas” y los rumanos: unos mudos, otros de los que delinquen directamente. Y Rajoy, paseando con pololos y calcetines hasta media pierna en Pontevedra. ¿Viva la Pepa, de Puerto real…!.