COMPRANDO CONCIENCIAS TAMBIÉN SE HACE PAÍS

Hay dos formas de hacer “país”: con honor o con dinero. Los hay que no le tiembla el pulso a la hora de comprar conciencias y existen bípedos que solo se mueven por dinero y no se paran en mientes a la hora de “vender” su “alma “ al diablo siempre que pague bien. Se supone que la necesidad obliga, en momentos puntuales, en esos instantes críticos uno puede comprender, aunque no justificar, la pérdida de la dignidad, por un puñado de monedas. Pro lo que es injustificable es que eso pase en el seno de los que se supone son los mas formados y más cultos, en el seno de la universidad. Leo: “Las universidades impulsan una lengua estándar para todos los países catalanes”. Es decir por interés de unos cuantos que son minoría, los supuestamente mejor formados y obligados a enseñar la verdad sin manipular, son los que se prestan a reinventar una lengua para que estén conformes los de la minoría, que los valencianos sabemos de sobra quienes son. ¿Cuánto reciben esas lumbreras “golfas” y “judaicas” se se venden por menos de las 30 monedas famosas”. Y desde donde “deben hasta de callar”, que tiene más que asfisiados a los ciudadanos y que se ha demostrado que sus dirigentes están todos metidos hasta el cuello en la corrupción. Lean el libro del compañero Xavier Horcajo, que lo demuestra con datos cifras fechas, etc. El título: La Pasta Nostra. Que no tienen dinero para lo más importante, lo tienen sobrante “per a fer país”. ¿Qué es esa milonga dels paisos?. Els paisos catalans ¡¡¡no existen!!!. Solo están en lamente retorcida de unos espoliadores que se pasan la vida enriqueciéndose a costa del pueblo soberano y vendiendo mentiras históricas y realidades imposibles. Son los mismos que para medrar están dispuestos a romper España en pedazos, Anótense a estos pájaros los de Xarxa Vives, que incluye a cinco universidades (¡que vergüenza!) y que editan una guía para que las empresas no tengan problemas para adaptarse a las variantes de cada “territorio”. Para evitarlo tenemos un idioma común el castellano. Del que todos los españoles, somos dueños. Como verán de interés nada, de negocio todo. Se vende, por lo tanto se cobra y se gana. Se “trinca” de los primos del norte y de la librería.