DESPUES DE MUERTO………….

La condición humana es así de complicada y la de los españoles, debe tener un condicionante crítico más. Lo cierto es que en vida: se vitupera, se maldice, se increpa, se ningunea y un etcétera de negatividades para el vivo, por muy bien que haga su trabajo y por muy bueno que sea en su relación con los restantes conciudadanos. Hay que morirse para que el resto de la “Troupe” haga justicia y como dice el refrán, tanto para lo bueno como para lo malo: “a burro muerto, moscas al rabo”. ¿Qué mas da que me ensalcen, si no me entero. Que me importa que me maldigan si se lo lleva el viento. Ahora que no me sirven de nada llegan los elogios..?. Hace falta ser rarita la humana condición que se comporta en contra corriente. No se si procede o no el chiste, pero me ha venido a la cabeza a la vista de lo falsos que somos: “es la humana condición al igual que el corderito, o morir de chiquitito o llegar ha ser cabrón” . Al pobre Duque de Suárez, en vida se las hicieron de todos los colores, y desde el minuto uno, precisamente los que mas le debían eran sus peores enemigos. Después de los Consejos de ministros se reunían para traicionarle. Hasta ahí llegaban las insensateces. Cuando lo cierto es que hizo una transición modélica y sin una gota de sangre y que la mamandurria y otros privilegios que gozan los políticos actualmente se lo deben a él, que supo hacer ver a otros tantos personajes trascendentales para el futuro que lo importante era España, paro todos ellos, por encima de los intereses personales y de partido. Que después de conseguido lo que en principio parecía un imposible, supo dimitir y renunciar a las prebendas que le correspondían con todo derecho. Por desgracia ha sido el único que lo hizo; los que le siguieron se han quedado con todo lo que les “toca”, más las migajas. Que le importa ahora a Adolfo Suárez González, que todo el mundo salga a la calle con el incensario, cuando en vida le negaron el pan y la sal. Se ha marchado el hombre que pasa a la historia como el que devolvió la democracia a éste país, junto con su amigo el Rey, y será juzgado como el mejor presidente de esta nación, aún entera llamada España, del siglo XX y comparado con otros tan importantes como Canovas o Sagasta, por citar a dos de los mas recientes que lo dieron todo por su país, mirando por el bien de España. Adolfo Suárez González, duque de Suárez, ya es historia. Descanse en paz.