¡VÁYANSE CON DIOS, Y MUCHA SUERTE!.

Al final el español de alpargatas, termina harto de tanto insensato. Ser español es un orgullo, y una necesidad. No se puede ser ciudadano del mundo, a secas, falta el DNI, que si es imprescindible, por lo menos para traspasar fronteras y que no te den mucho el coñazo. Además de la mordida, que de esta última, aun que estés perfectamente documentado es posible que no te libres. Luego prescindir a tu nacionalidad a cambio de una utopía está claro que denota que se es rico y con dinero, hay quien se cree que puede con todo. Los modernos cainitas, no necesitan de quijadas de asno, les basta su presencia y su enseñoreada prepotencia para ir machacando a los otros por la vida. La novele vague del separatismo, no es que aborrezcan ser españoles, es que quieren seguir beneficiándose de ese privilegio, pero insultando a los que les ayudan, pagando sus abundantes deudas por ejemplo, consecuencia de una pésima gestión que no reconocen y achacan a los que les echan “una mano” y calando sus cuentas fabulosas de los paraisos fiscales. Margallo, que dicho sea de paso esta mayor; ya les ha advertido que perderían si se fueran, que no se irán, un 20% del PIB. Rápidamente ha saltado el visionario del señor Homs, para afirmar que estar unidos al estado español, le cuesta a Catalonia, un 8%, anual. No es verdad pero si lo fuera, el mencionado Señor, y su corte de amigos y cofrades, en el ejercicio de su libertad; ¿Qué hacen que no se van del país?. La Guardia Civil, está para muchas cosas, hasta para hacerle de recaudador a Montoro; pero no va por ahí, pistola en mano, obligando a la gente a vivir en éste país. No comprendemos los que no pensamos como esos señores tan “genios”, como necesariamente se quedan en España. Si tan descontentos están, ¿porque no se van en paz y nos dejan tranquilos a los que si nos gusta Cataluña, con sus muchas virtudes y los defectos que conocemos, desde que existe como Condado, Señorío y mas tarde Principado, formando parte del reino de Aragón, cofundador de España. Si están incómodos, hacen mal, váyanse en buena hora y que les acompaña la diosa fortuna, de los dineros no tienen que preocuparse, porque todos sabemos que los disponen en abundancia. También suponemos su procedencia, que perdonamos con tal de que nos dejen tranquilos en la España de las autonosuyas. No nos hacen ninguna falta caballeros (con y sin caballos), con el pedigrí de los Pujol, los Mas, los Junquera, etc. Sobreviviremos sin ellos y seguro que más felices, todos , los que se vayan y los que voluntariamente nos quedemos, aceptando esa “chapuza” para ellos, de la Constitución del 78.