Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

domingo, 16 de marzo de 2014

UNOS VINOS

Confieso que bebo y además me gusta. Dicho así parecerá que soy el mas borracho de los mortales, cuando eso no es verdad, es mas estoy en contra del beber por el mero hecho de querer emborracharse. Está pues claro que lo del botellón y la litrona no es lo mío. Saber beber, es una de las cosas más placenteras que existen y compendio de una forma cultural tradicional con un país como el nuestro, donde se dan las buenas bodegas en número considerable y la proporción, oferta demanda, es sublime. No hay nada mejor para combatir el estrés, las malas pasadas de los gobiernos, la prepotencia de los políticos, la sinvergonzonería de unos cuantos que se las dan de “listos”, que unas copas, en recipiente adecuado, para deleitarse paladeando un buen vino. Esta por aquí, un tipo famoso de la España, con perdón, de la transición, otro que fue ilustre, en otro tiempo, que para unos fue mejor que el que nos obligan a vivir, y para otros peor, sencillamente porque lo de “trincar”, no se llevaba, no lo había puesto de moda, la Pasarela Fashion, de Madrid o de Barcelona, y que me disculpen los iluminados de Catalonia, si le doy el sentido generalista, que se no les gusta, porque “Barcelona es bona, tan si sona, com si no sona”. Les hablo de Custodio López Zumarra, uno de los sabios de las bodegas, el contenido de las botellas, el color el sabor y el trato, en una palabra, los caldos, sean famosos por su popularidad o por su sabor; porque hoy en este bendito y sufrido país, se hacen unos vinos de descubrirse, y una mayoría con nombres que no conoce nadie. Custodio, para los íntimos, para los viejos de éste país, cuando todavía se llamaba España, y al nombrarla nadie se escandalizaba, era el sumellier de Zalacaín, el primer restaurante que en la piel de toro tuvo 3 estrellas Michelin. Custodio, ha dejado claro que saber beber es un arte y que “el vino es un vehiculo de amistad y de placer”. Esta claro que en las Españas, “de toda la vida”, bastaba citarlo con el nombre de pila, para saber de que persona se estaba hablando. El amigo Custodio, que dejo el collar y la taza aparcados, como profesión y que maravilla a la audiencia con su sabiduría sobre los caldos que protege el dios Baco, refiriéndose a la evolución que en el manejo de los viñedos, barricas y bodegas han experimentado, nuestros campos, y las gentes que trabajan en el menester como expertos que los enólogos han dejado de ser unos seres de “bata” blanca, para pasar a ser de “bota” (refiriéndose a que patean las vides y se esfuerzan en los laboratorios de las bodegas). Hace años que no coincido con Custodio, pero a quien mando un fuerte abrazo y mi reconocimiento de su suprema autoridad con una materia, tan importante y seria, como los vinos, de los que muchos hablan y pocos saben. Como me habría gustado tomar “un vino” y compartirlo escuchándole la explicación sobre las cualidades del caldo que estábamos degustando.

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