CASI “ESCRACHE” EN DOÑANA

Doñana, sabe todo el mundo donde está y que es. De un tiempo a esta parte, es mucho más conocido el parque natural, no por sus bellezas que son impresionantes, tampoco por su extensión - uno de los mas grandes del mundo-. Su reciente popularidad es porque en él hay un antiguo pabellón de caza, que se conoce desde los tiempos “grandiosos” de D. Felipe González Márquez, como “El Palacio de Doñana”, lugar de vacaciones del presidente del gobierno y que después de ponerlo de moda, se lo han ido “pasando” los siguientes inquilinos de la Moncloa, para solazamiento familiar, de ellos, claro. No es como Marivent, declarado vivienda vacacional del Jefe del Estado; pero sin aparecer como tal “en los papeles”, todo el mundo que viva y pague impuestos en éste país, antes llamado España, asocia el Palacio de Doñana (muy modesto por cierto), con los “relaxes” de los que mas mandan. Lo curioso del Parque Natural, al que los naturalistas y demás gente del ecologismo, cuida más que a un niño de teta, llegando a extremos que no caben en cabeza ligeramente amueblada. Por ejemplo, oponerse tajantemente a que dos provincias españolas y por tanto -recurriendo a la moda- europeas, sean las únicas conocidas que no están unidas por carretera. Por el lado de la provincia de Cádiz, la cinta de la carretera llega a San Lucar, por tanto los que quieran ir a comer, pescaito, arroz con tio Pepe, langostinos, puede hacerlo cuando les plazca, especialmente si son de Sevilla, pequeño detalle a tener presente, puesto que son los mas asiduos. Por el otro lado, la carretera muere unos metros mas allá del Gran Hotel de Matalascañas -barriada de Torre la Higuera, según “el catón” (plano)de Almonte-, entre uno y otro asfaltado median 60 kilómetros llanos como la palma de la mano y que discurren pegados al mar. La explicación “al porque no”, es que el tráfico molestaría a los animales que habitan el medio natural. Solo hay que hacer dos puntualizaciones: una, que el parque está partido en dos por una carretera que une Sevilla y la playa de Matallascañas, la preferida de los sevillanos, esa por o visto no les incordia a los venados, conejos, linces, etc; dos, que cuando esta el Presidente de turno, los guardias con sus vehículos de seguridad incluyendo helicópteros, les trae sin cuidado a las águilas, patos, cigueñas y restantes vecinos del parque, pero ojo, solo esos y no otros, los demás los ponen como “una moto”, y hay que tener tranquilas a las criaturas de Dios. Estos de los “escrache”, que ya el nombre suena a “palabrota”, se han enterado que Rajoy, entre justificación injustificable y la siguiente se ha venido a Doñana y como, la gente, está hasta los “mismísimos” de esa otra gente con la que no va la crisis, por lo menos aparentemente, y que tiene el vicio de engañar a los paisanos que no son de su “elite”; decidieron que no estaría de más que Marianico, supiese que lo sabían y que una buena pitada con los restantes “aditamentos”, quedaría “guay” y se pusieron manos a la obra, con tan mala “pata” que se tropezaron con el surtido de “armarios” que el gallego lleva consigo, en éste caso para que no le molesten. Cerquita no llegaron, pero enterarse del vuelo de las “moscas cojoneras”, seguro que si.¿Que no sirve para nada, lo sabemos los españoles y el Papa de Roma, el viejo y el nuevo?.