¿HASTA CUANDO TORRES, ABUSARAS DE NUESTRA PACIENCIA?

La frase de Cicerón, se hace obligatoria solo que cambiando a Catilina por Torres. Lo del ex socio del jugador de balonmano, metido a duque, ya es una autentica tomadura de pelo: Al juez, a la fiscalía, a la opinión pública a los corifeos que quieren ver desaparecer la monarquía del país y sobre todo a la buena gente de la calle que no termina de salir de su asombro. El fiscal responde al juez, con un escrito impecable y razonado que tiene que ser contestado o aceptado en la audiencia provincial. Nada más conocerse el recurso, el abogado ¿defensor, se supone?, del ex, presenta en el juzgado, otra “batería” de SMS, que ha dejado flipando al personal. La pregunta que se hace la gente con respecto a la relación entre Urdangarín y Torres, es: ¿El socio del duque, en lugar de dedicarse a trabajar, estaba la mayor parte de su tiempo espiando los correos electrónicos y el teléfono de su ex alumno?. Así ha tenido que ser a la vista de los hechos. La siguiente afirmación que se hace el español que contempla asustado lo que acontece ha sido: ¡Menudo “regalo” de socio!. La cosa no termina ahí y el ciudadano, “acongojado” que no entiende nada, se pregunta: ¿Cuántos SMS más tiene en su poder y cuantos de ellos aportará a la causa?. Lo lógico habría sido aportar toda la documentación de una sola vez, pues no, el letrado de Torres, es como las novelas por entregas, va sacando de la manga mensajes con la misma facilidad que un prestidigitador saca conejos de la chistera. Lo hace,¿con afán de sorprender, o por mantener el suspense, o sencillamente para estar en primer plano, otro estrella más?. En las tertulias de los bares, cuando sale el tema, se comenta como un chiste. La frase de moda es : ¿Qué te saco los SMS?. A nadie resulta de “fiar” esa proliferación, medida y dosificada de mensajes, que da la sensación que se “fabrican” según las necesidades. La conclusión es que para la opinión pública, ese material en lugar de inculpa torio, suena “a bluf”, a “as” sacado de la manga por el tahúr de turno, en una partido de póker de saloon del oeste. Que al paisano le suena a spaghetti western, de los fabricados en Almería. No se lo que pensara su señoría, pero la cosa no es seria, ni una “migita”. Un pleito, por muy mediático que sea debe tener un tratamiento serio y convincente y no asemejarse a una escena de los hermanos Marx.