GARANTIZADO, SOMOS LOS CANGREJOS DE ESPAÑA

Si el país ha pesar de los vaivenes lingüísticos de los responsables económicos va en retroceso, cosa que al final “canta” hasta De Gindos. En el sur estamos además de cerca del moro, compitiendo con él, en paro y batiéndonos el producto del campo, como buenamente podemos; ellos lo “cuelan” a Europa, mas barato, juegan al: “bueno, bonito y barato” de los negritos de los semáforos y la playa. A nosotros nos queda la calidad, que ya torpedearan desde centro Europa, los que tendrían que defenderla. El balance en general del mercado laboral es penoso, que digo…: mejor ruinoso. Ya estamos por encima del 37,5% de parados, y eso son muchas criaturas, rompiendo zapatos y yendo de aquí para allá, en una senda sin fin, ni respuesta. Concretamente la provincia de Huelva, es el farolillo rojo del sistema económico andaluz. La caída de la actividad hostelera desploma el crecimiento hasta un -3,3%. El año anterior le cupo a la tierra del oro rojo, los cítricos y los novedosos productos del campo, el falso honor de ser el farolillo rojo del crecimiento andaluz y éste año lleva el mismo camino con una producción negativa del 2%. El hundimiento del sector servicios hasta más de un 7%, en el cuarto trimestre del año, marca la pauta de la economía en la región y enciende todas las alarmas. Las quejas llegan hasta la llamada economía sumergida. Los chapuzas también están notando la “crisis” con mayor dureza que en años precedentes. Tan es así, que el que tiene un trabajito y le llega la posibilidad de otro, no lo descarta al contrario se multiplica por ciento para asegurarse los “pavos”, todo: “por si mañana no tengo nada”. Los sevillanos dicen que han salvado la feria con una ocupación del 87% entre turismo de Madrid, Barcelona e Ingles. Los trabajadores de las casetas o los catering que sirven a las mas destacadas, apuntan abundancia de gente pero con el mismo resultado en la “caja”, y rematan el comentario: “…..y eso que había ganas de feria”. En Huelva, se han dado las circunstancias que han provocado la alarma; una que en contra de lo previsto, muchos empresarios del campo han recurrido a la mano de obra externa, olvidándose del paquete de parados que crece sin cesar entre la población local y por otra las perspectivas turísticas, han quedado muy por debajo de lo que se esperaba, lo que ha influido negativamente en la contratación del personal temporero para la hostelería. El desequilibrio es muy sonado y puede seguir creciendo si no se habilitan formulas que generen consumo. Sin dinero circulante no hay solución, y en el mundillo de los “billetes”, nadie habla de milagros. La realidad, confirmada por tirios y troyanos, ¡es que nadie tiene uno…!. Luego el “mañana” que está ahí, se presenta más negro que el hoy, que todos quieren que pase rápido y es para llorar. No adelantamos, vamos hacia atrás como los cangrejos y sigue pasando el tiempo.