UN POQUITO MÁS TORPES Y SE PASAN DIRECTAMENTE AL CACAHUTE Y AL PLATANO.

Tiene que haber alguna excepción en la regla de los del nuevo oficio, es preciso, aunque aparentemente tal, no exista. Se imaginan este país dirigido por equinos de orejas largas y para mayor precisión con ascendencia maña. Sería lo más de lo más. Pues esa es la sensación que tiene algún bípedo pensante de los pocos que se pasean por lo que en tiempos fue España. Se ve cada día que llegan pateras con gentes desesperadas de encéfalos planos; eso que en términos de la “casa de la Bañez, llaman “mano de obra sin cualificar”. Y para cuidarlos y que no se suiciden más en el mar, terminamos de inaugurar en Madrid, un complejo carísimo para que los verdes vigilen nuestras costas, los saquen de las pateras y los traigan a tierra, sanos y salvos. Mientras tanto la sangría de los del ordenador continúa; cada día son más los jóvenes desesperados que deciden expatriarse para poder subsistir. Como he dicho muchas veces cambiamos cerebros super preparados, por mano de obra sin cualificar; y …¿así hasta cuando?. La sociedad de la postguerra sufre en esta etapa de la democracia, “su democracia”, quede claro la de unos pocos, una sangría muy dolorosa. Ya hemos visto que “a pelo” perdemos un dineral, porque no hay que olvidar que la formación de los que se van la pagamos todos y el rendimiento a ese capital invertido en formación, lo recibirán otros a los que no les habrá costado “un pavo”. Por el contrario que hacer con el excedente, con esa mano de obra sin cualificar que nos llega todos los días y nos sale por las orejas, a la que no sabemos donde poner, porque colocar es imposible. El pobrecito de la patera, se viste, se calza y come todos los días y se pone enfermo como el resto de los mortales; lo mismo podemos decir del norteafricano (magrebi); y de los que están y llegan del este al rebufo de sus familias, el que llaman “efecto llamada”, que incomprensiblemente para el que esta pasando miseria, le da igual pasarla aquí que en su país de origen. El hambre es el mismo en todas partes. Llegan los soñadores de los independentistas, que sin atenerse a otra cosa más que a su “burrera”, no piensan en el mal que hacen a sus paisanos, y por mantener en alto su ego, son capaces de provocar una ruina de la que resultará muy difícil salir. Así podríamos estar reseñando barbaridades que promueven unos en contra de otros, tan solo por mantener su erre que erre, y no dar su brazo a torcer. El pensamiento de esas gentes es: “mientras la caja me pague, seamos más ricos o mas pobres, a mí me da lo mismo, lo mío no me lo van a quitar”. Ese es el comportamiento y la forma de pensar de los de la casta. A la que desgraciadamente estamos entregados, y atados de pies y manos los que no pertenecemos a su clase elitista.