Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

martes, 4 de noviembre de 2014

EN EL 2.014, COMO EN EL 31.

Se asegura que se aprende de la historia, y esas enseñanzas deberían de servir para no volver a cometer los mismos errores. Claro que eso es para cualquier ciudadano del mundo, “mundial”, a excepción de los españoles, para los que el pasado no existe ni en los libros, porque somos tan chulos que la historia la cambiamos “al gusto, del interesado de turno”, de tal manera que el que hoy es un héroe, mañana será un “mal nacido”, bastará que al político en cuestión, le convenga la primera o la segunda versión, y se escribirá según sus preferencias. 1.936, queda un poco lejos, pues no, para algún de los que viven de los presupuestos generales del estado, paso ayer; así leemos que se persiguen los crímenes del franquismo, está de moda hasta en Argentina, que como no pueden meterle mano a la Cristina, se entretienen sacando los muertos a pasear, en la madre patria, de una etapa que estaba olvidada y de la que todas las fuerzas políticas de la transición habían acordado pasar pagina. Claro que como se ha dicho, lo prometido está para no cumplirlo, como aseguro en su momento el “viejo profesor”. Si 78 años después todavía existe la inquina, y el enfrentamiento, entre vencedores y vencidos de una guerra civil, ya me contaran la que se va a liar en Cataluña, entre soberanistas, independentistas y españolistas, estando como están las cosas fresquitas, y “achuchadores” profesionales, “trabajando” a tope. Solo falta que alguien de la primera bofetada, para que se líe otra buena ensalada de tortas. Visto lo que estamos viviendo, ¿para que han servido el año 31, el 34, el 36, el 40, y el 78, por ejemplo?. Y el famoso millón de muertos. Al reconocido pecado capital de los españoles, la envidia, habrá que añadir el del “choriceo”, y la poltrona, con evasión de capitales y con el % incluido. Las prebendas, las comilonas y la VISA a cargo del contribuyente, ya no son suficientes. Si para medrar hay que romper España, se rompe y punto. La unidad de España, el descubrimiento y el haber sido la mejor potencia mundial en una época, es cosa de cuatro “chalaos”. Lo que cuenta es el trinque y el bolsillo del que manda, en el momento. Al resto de españoles, ¡como si los operan!.

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