¿QUIEN LES CREE…?.

¿QUIEN LES CREE…?.



La respuesta a la pregunta sería otra nueva pregunta: ¿ a quien…?.
Y ésta segunda es de “chapeau”, aunque contestarla a éstas alturas del curso tampoco es tan difícil, el último de la clase, el famoso Pepito distraído, dejaría de enredar y respondería: “a toda la vasca”.
Claro que de inmediato uno debe estar impuesto en la “jerga” de la chavalería, para ellos “la vasca”, son los otros, los que se quedan lejos de su entorno y si se les aprieta, reducen más el circulo constriñéndolo a “la pandilla”, fuera de ella, todo es extraño, y queda “como lejos”.
Uno que ha vivido en el País Vasco y profesionalmente le ha visitado con cierta frecuencia, conoce a la gente de bien del lugar, QUE TENDRÁ QUE HACER LAS MALETAS, y desagradablemente se ha rozado con los “otros”, cuando eran “unos soñadores para un pueblo” cuya ira se dirigía contra el supuesto “tirano”, Franco, el mismo que l es permitió seguir con su fueros y su ventajas, con respecto a las demás, entonces, provincias de España, que si era y así se llamaba. El dictador no contento con ello, “agradeció” la ayuda del “requete” volcando un montón de millones en el actual País Vasco y Navarra, que por mucho que se empeñen, se queda fuera de….
Los chicos rebeldes al régimen, se convirtieron en dos bandas, con el mismo nombre y diferente apellido: “Militar” y la desaparecida de los coloquialmente llamados “Poli milis” (Político Militar). Voluntariamente desaparecida la segunda, no es necesario que les diga como ha terminado la primera, siempre que termine, que ya veremos…
¿Duda usted…?.
Un partido no se termina hasta que no pita el árbitro, y éste está en la prórroga, pero no ha concluido, se acabará cuando la Banda, deje las armas y se deshaga, como en su momento hicieron los “compadres”.
La actual ETA, solo ha dicho que no piensa matar, pero no ha hablado de lo restante, y por esa minucia que es mucho, la alegría desbordada de los que a cambio de tan poco, les han dado tanto.
Comprendo la manifestación de las victimas, a renglón seguido, era lo que tenían que hacer, recordarles a sus asesinos, hoy bien situados en las instituciones de la administración públicas, cobrando de la caja común y a quienes miraron para otro lado, una y otra vez, que ellos existen y son los que en éste “juego” han puesto los muertos.
Lo divertido es que no quieren ser españoles, pero si el dinero de los españoles. ¿Cómo definirían éste intríngulis, si es que son capaces?.
Estamos en la “etapa” de los contrasentidos, todos muy contentos, pero no fiándose ni de su “progenitor”. Hasta el más tonto del curso Patxi López, duda aunque advierte que es posible, mantener una mesa de dialogo con Bildu.
Me gustará saber lo que dice el compañero López, cuando sus “amigos”, lo echen de Ajuria Enea.
Los demás es que han puesto una vela a Dios y otra negra, bien negra al diablo. Como no se fían, ni los de las “gratificaciones a fondo perdido” PSOE, en el poder, mantienen la vigilancia policial y los escoltas; éstos que son los más crédulos, y los que en contra de la voluntad de la mayoría de habitantes de éste país, les han dado: pan, sal y dinero y por si era poco los han legalizado, gracias al servilismo de Pascual Sala, que se ha cargado el TC.
Los Batasunos, que no hay duda son la ETA con el traje de políticos, ya han dicho, les ha faltado el tiempo para asegurar: “que con que ETA deje de matar, no está resuelto el problema vasco”.
Lo que quieren es cargarse a sus “compañeros de viaje” del PNV, y que ha ser posible en las próximas elecciones comunitarias el lendacary sea Otegui.
La jugada es tan burda, que la descubre cualquiera a 500 kilómetros.
Puestos a jugar esa partida de ajedrez,, caben dos posibilidades, la mano dura, que cada día y gracias a Zapatero, Rubalcaba y compañía es más difícil; o que se confirme la separación, con todas sus consecuencias, como si fueran Somalia, como país más cercano.
¡Usted no se fía!.
Disculpe pero con los años que tengo, no me fío ni del Señor Lara que está en el cielo.
Supongo que de estar entre nosotros, me diría: “hijo haces bien. Son una partida de golfos”.