Ésta página, nació para dar respuesta a una serie de buenos amigos que aseguran que se lo pasan bien con las cosas que escribo. Del “cuadrito” no hablo, aunque no desentonaría, entre lo que sale hoy; con toda modestia ¡garantizado!. Los nuevos, no me han enseñado nada.

Dije en su momento que no sabía si su interés estaba basado en el deseo, o en la caridad. A todos gusta que nos alaben, y a las seguidores de los productores de aucas, continuadores de los trovadores medievales y remontándonos antes a los mala milk de los bufones, muchísimo más. Si quiere que un comunicador le guarde eterna simpatía, cuando se lo cruce, dígale: “muy bueno lo tuyo”, se pondrá mas “lindo” que un pavo real en plena exhibición. Usted posiblemente no sepa el porqué; él, a lo peor tampoco, pero en su fuero interno ha sentido un “gustirrinin” muy especial. Ese día se sentirá el dueño del corral (la redacción).
La segunda causa, es la caridad. Quizás pensaron:”vamos a darle un poco de jabón a éste que ya está mayor”. Tratándose de compañeros de estudios, de oficio y artistas, es más que probable. Tan lejos como que ésta misma mañana, me lo recordaba, con rin, tin,tin, Teresa, de mi Editorial.

Mi sorpresa ha sido descubrir que son más de los que pensaba. “El contador, no engaña”. Y que antiguos amigos de otros países, se han acordado del compañero Toni, e inclusive, muchos nuevos profesionales han sentido curiosidad, por ver como lo hacían (dicho con toda humildad), las vacas sagradas del periodismo del siglo pasado.
La verdad es que con mis articulitos de vez en cuando iba matando la afición. Ahora me debo preocupar con que el Blog, tenga vida. Así que entre la página y escribir libros, ¡estoy ocupadísimo!.
Para que la página sea mas viva y resulte mucho más apetecible para el lector, les incluiré trabajos de otros compañeros que hablan y trabajan en nuestro idioma desde diferentes partes del mundo. Me gustaría que el blog fuera un pequeño referente para dejar claro que somos más de 400 millones de castellano parlantes.

A unos, a otros y a los de más allá, muchas gracias. Confío en no defraudaros.

sábado, 28 de abril de 2012

EL 75% DE LOS ESPAÑOLES ES EMPLEADO GRATIS DE LOS PODEROSOS

Repito la división que en éste país ha dejado la democracia. Según datos oficiales el 25% de la población tienen todo el dinero, es decir son los ricos; el restante 75% son los trabajadores, divididos en dos: los que tienen la suerte de tener trabajo y los que están en el paro, de ellos “saltan” los pobres y los pobres absolutos. Recordado el tema, importante en principio, les hago una pregunta,¿se han dado cuenta que sin ustedes notarlo, en contra de su voluntad, son empleados por cuenta ajena sin retribución?. Tengo que decir por mi parte que soy empleado gratuito de un montón de empresas, en las que en lugar de percibir, gasto mi dinero. La lista es larga, así que simplificaremos y pondré algunos ejemplos; el sentirse identificado y representado en ellos, no me responsabiliza, es su problema. Por ejemplo, el Señor González, el banquero, está emperrado que trabaje para él, gratis, naturalmente; cosa que hasta ahora no ha conseguido, aunque se gente son de una tozudez de martillo pilón. Me consta que han convencido a muchos, inclusive a mi “parienta”, aunque ésta rezonga cada vez y no siempre se presta al chantaje. Conmigo, no han podido, todavía,¿mañana no lo se…?. Usted va al BBVA, para realizar cualquier gestión relacionada con su cuenta, la de usted, no la de ellos; ellos manejan su dinero, el de usted, hasta que el titular de la cuenta presenta la libreta o un cheque, para sacare dinero y efectuar un pago. Primero se persona en la sucursal y tiene que tomar turno, porque hay una o dos cajas abiertas y más de una docena de personas en espera que va aumentando, a lo largo de la mañana; como la operación sea complicada, comparezca alguien de un negocio, la cola puede llegar hasta la treintena de personas, como he contado yo, y les hablo de una pequeña sucursal de un pueblo, no de la central, ni de una oficina importante. Revestido de paciencia aguarda a que le toque el turno, y cuando ha llegado el momento se presenta a efectuar su gestión; todo bien hasta que el final, la persona que le atiende le dice vaya al cajero para poner su libreta al día. Si usted dice que “naranjas de la china”, le dirán que tienen ordenes de que el cliente actualice y realice el mayor número posible de operaciones por el cajero. No le dicen que de esa manera Don Francisco, ahorra empleados. El trabajo que tiene que hacer uno de la plantilla bancaria lo hace usted y gratis. Cada vez que me lo han dicho, he respondido de igual forma: - Mire usted, cuando abrí la cuenta nadie me dijo que tendría que manejar por obligación el cajero. Esa es una tarea, que ni se, ni quiero aprender, así que ya están ustedes poniéndome la libreta en condiciones. Si no quieren me dan las hojas de reclamaciones del Banco de España. Hasta ahora y con mala cara del empleado, he logrado lo que entiendo es mi derecho. Unas veces han tenido el valor de salir de la ventanilla, desplazarse al cajero y efectuar en él, el trabajo. Una especia de enseñanza didáctica, para el que sienta curiosidad. Otras, lo ha hecho, como siempre, desde el ordenador de la caja. Va usted a Mercadona, solo para comprar un desodorante y un pan de molde. No coge carro, y tampoco el cestito con ruedas. Se le cruza el responsable de la tienda que con poquísimo estilo le ordena que no puede llevar el producto en la mano y tiene que necesariamente usar el carro o el cesto de las ruedas. La respuesta en mi caso fue decirle: -¡Me hace el favor!. Y dejar en la mano lo que había reservado para comprar, dar media vuelta e irme, por donde había venido. Algo parecido me sucedió en Carrefour, fue con una mercancía que había perdido el código de barras. La cajera me ordenó que fuera a comprobarla, porque la patinadora, so se que diablos estaba haciendo. El carro con la compra se quedo frente a la caja, y me marché a otra superficie para realizar la compra del día. Todo es traspolable a las oficinas de las compañías de la luz, el agua, el gas y por supuestísimo de las oficinas públicas. Ellos, con más moral que el Alcoyano, intentan someter al cliente y por lo visto lo consiguen, porque con las reacciones del “raro” que escribe, se muestran sorprendidos y sin respuesta. Ustedes comprenderán que a las personas mayores, el autoritarismo y el sometimiento, “el que nos manden”, ya no nos va. Somos duros de mollera y sobre todo rebeldes, con causa.

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