Los más desmemoriados de los mortales son los políticos y el sumun de la desmemoria es cosa de los de la casta de éste país.
Los socialistas con el permiso de su líder Rubalcaba, se han olvidado que la situación caótica por la que atraviesa el país, se debe a ellos. Es su culpa.
Da la sensación que el partido socialista jamás hubiera gobernado en la España de las Autonosuyas y por tanto estuviera libre para criticar con saña a los populares, que con su afán de mando, no han hecho mas que comerse “el marrón” del desastre económico y la ruina que les dejaron los gobiernos de ZP y Rubalcaba.
¡Ojo Don Alfredo, se están pasando 20 pueblos!.
Los españoles que si tenemos memoria, y gracias al hambre que han dejado ustedes, muy agudizada, tenemos presente a quien corresponden cada uno de los males del país.
El más grave, su ruina, el desastre en el que se encuentra inmerso, no es culpa de los del PP, el “mérito” les corresponde a ustedes.
La gravedad del “enfermo” no se soluciona siendo “el dueño de la calle”, si no aportando las medicinas necesarias y para eso hay que comprometerse.
No vale pasarse el día criticando a los de la acera de en frente, que lo único que han hecho muy mal, es quedarse con el “marrón”, por culpa de las ganas de mandar contenidas desde el 96.
¿Qué no tienen idea de como solucionar el problema?. Si usted lo sabe está en la obligación, moral y penitente de ayudar a resolverlo.
Señor Rubalcaba, usted y sus corifeos, no hacen más que lo que tanto crítico, cuando estaba en el poder. Los habitantes de ésta tierra recordamos que hace solo unos meses de ello. ¿Que catadura moral tienen para señalar con el dedo y decir “lo malos que son”?. ¿Acaso ustedes no tienen nada que ver en éste “guisó nefasto”?. Es preciso recordarles que ustedes eran el Arzac de la “receta”.
La situación requiere reflexión de todos y escuchar a Esperanza Aguirre, que está demostrando tener más visión de Estado, que los restantes líderes políticos todos juntos.
Se hace necesario un pacto de Estado, por un tiempo, hasta salir del socavón, y tirar todos de la cuerda en la misma dirección. Si hay que suprimir las Autonomías, ¡suprímanse!, como diría Anguita, por un tiempo o definitivamente. Recuerden que al “nacimiento de las mismas” carecían de competencias, no estaban sobredimensionadas, y no estaban cargadas de personal, consejeros y demás “chupópteros”. Existían y costaban cuatro cuartos.
Como bien ha dicho la marquesa, sobran 77.000 enchufados que ahorrarían 48.000 millones de euros a las arcas públicas. Y si los políticos se quedan sin trabajo, que se muevan y lo busquen, tal cual ha afirmado.
Sabiendo donde está el mal, no hay más que operar. La intervención es bastante sencilla.
Si Rajoy, no le llama, telefoneé usted que en cinco meses no se le habrá olvidado el número de la Moncloa.
Llegar a un acuerdo para salvar al país, es urgente. La actual postura, no hace más que desprestigiar y quitar credibilidad a su partido.
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