NI CON 50 TAPADERAS

Cincuenta son pocas para tapar el desastre que dejaron.
Como han perdido la vergüenza, mucho antes tuvieron que perder la sensatez, así que no es de extrañar el numerito de la cincuentena de ruedas de prensa que se “marcaron” los sociatas para tirar por tierra, los presupuestos generales del Estado.
¿Qué huelen mal…?.¡Evidente!. ¿Cuál es la causa…?. Otro misterio que responde cada uno de los de la clase según su “color”; recurrir a Don José Zorrilla, siempre es un recurso de última hora, que a veces sale bien y otras mal, depende.
Pero el montaje de las “misas explicativas” para tapar sus culpas y como siempre responsabilizar a otro, le suena al personal a cántico gregoriano pre conciliar, ¿no se si me explico?. ¡Vamos que el pagano, ya se lo sabe y de memoria!.
Mucho trapo para tan poco viento. Le echan ustedes al “tema” “un morro” que se lo pisan.
Señores socialistas, los peperos lo están haciendo peor que mal, pero no son los que mandaban cuando el despilfarro, el vaciando –a conciencia- de las arcas públicas, y dejarnos con el déficit insoportable que es una parte importante de la situación actual de la economía del país. Los españoles que tienen buena memoria, por mucho que se les intente lavar el cerebro, técnica comunista en desuso, no olvidan y saben perfectamente señalar a “quien corresponde” cada cosa de las ocurridas en los últimos años en éste país antes llamado España. Así que no se esfuercen, ustedes son los culpables de nuestra ruina actual y punto.
Critiquen al gallego, por “racano” y “turisiano (agarrao)”, pero no pretendan colgarle los males bíblicos, que esos les tocan a ustedes.
La realidad es que barbaridades incluidas Don Mariano, no ha conseguido mejorar en nada la situación, por no ver, si se vislumbran en el horizonte, los famosos brotes verdes que inventaron ustedes. La Nación de naciones (ese es otro de los males), no despega; ha entrado en recesión y los usureros internacionales se aprovechan colocando nuestro endeudamiento en los 400 puntos.
Un alma candida, venida del limbo, decía que la única solución era recurrir a un gobierno de concentración nacional. Me dio la risa y le conteste que ese milagro solo se pondrá producir en día que en éste país no haya forma de “sacar un pavo a nadie”; cuando no tenga dinero ni ustedes, entonces y para auto mantenerse, es posible que se junten, por interés general de partidos, no por el bien del país.
Al pecado de la envidia, el que era más grave de los celtíberos, han añadido seguiditos el de la mentira, incluido el engaño y las virtudes cardinales las han enterrado igual que Guerra, hizo con Montesquieu. A que extremos hemos llegado que hasta el paisano Sala, presidente del TC, se permite enjuiciar la política. Precisamente él, el mismo que se ha cargado por sus sentencias, al propio tribunal que preside.
Lo dicho, si volviésemos a los gobernadores civiles y un único gobierno, sobraría dinero.