Hablamos de una situación normal. Juan español, va al Vaticano y de la plaza de san Pedro no pasa, y si pretende ver al Pontífice, a esperar, como todo “quisque”, al Ángelus y mirar hacia la ventana correspondiente, señalada por el tapiz colgante.
Pero ese no es el caso del banquero antes-rojo y ahora aplaudidor fervoroso del Señor Rajoy, y ensalzador de sus medidas de gobierno –exactamente igual que hacía antes en los tiempos de ZP-. Estas son las cosas de los banqueros y que entre risas, me cuenta mi amigo el banquero con la apostilla: “no se que te extraña”; a lo que contesto que no tengo la fortuna de ser banquero, tan solo un compañero de colegio de uno de ellos, evidente que me refería a él.
Estoy convencido que el motivo de la audiencia solicitada por D. Emilio, será para confesarse de los pecados del dinero, entre los que cabe en lo posible, exista alguno que se pueda considerar venial, por que en su mayoría son mortales. He consultado con un amigote de los curas modernos, ¿que como cabría catalogar los desahucios, apremios, amenazas y restantes barbaridades y abusos, usuras incluidas?, y el “pater”, ha sonreído, se ha echado las manos a la cabeza y a puesto a continuación, el pulgar hacia abajo como hacían para condenar, en el circo, los emperadores romanos, sin soltar palabra. Ante mi insistencia ha soltado un latinajo que me ha sonado a “pecatus son”, y se ha marchado moviendo la cabeza de un lado a otro.
Po que no creo que Botín , le ha haya contado al Papa, que está “camelándose” a quien convenga del actual gobierno, para que a través de su hermano Jaime, y camuflado el negocio en Bankinter, que poca gente relaciona con el poderío del BSCH + Banesto, el también ex izquierdoso gobernador del Banco de España, le adjudiquen (entiéndase regalen) el Banco de Valencia, un autentico caramelo financiero y con muchísimos años de historia a sus espaldas, representante de la economía de toda una rica región. Como se le escapó viva la CAM, ahora está echando toda la carne en el asador para que no se escabulle el bombón con sede en el, edificio singular de la calle de las Barcas de Valencia.
Me gustaría saber que dirían, los Casanova, los Villalonga, los Trenor, y un etc largo de apellidos ilustres valencianos que hicieron grande y prestigiosa a esa entidad; de vivir, seguro que se volvían a morir, del disgusto y la vergüenza. Espero que Benedicto XVI, perdone sus pecados y le ponga por “penitencia” que sea más tolerante con los pobres y los que han caído en desgracia de la diosa fortuna, que pagana ella, es la que mueve a veces la desdicha de mas de una familia.
Por mi parte y supongo que muchos más españoles, pediremos al de Arriba, que ha su vez perdone el “pecadito” del Papa, porque ha ciencia cierta, no conoce toda la historia del personaje que le han llevado hasta el despacho privado y se ha creído lo que han querido contarle los que lo han acompañado, que por supuesto se han callado los miles de desahucios que llevamos, solo en éste año, en éste país.
Supongo que además del regalo de una botella de aceite, que dicen era especial, cabe suponer que será español, el banquero no lo habrá comparado en el super de la esquina, habrá tenido el detalle de dejar una limosna para el pan de San Antonio que tiene indulgencias y que Su Santidad, distribuirá entre los mas necesitados. Esperemos que el Papa Alemán, se acuerde de los pobres españoles. En las actuales apreturas económicas para Cáritas, serian una bendición del Altísimo.
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