EL PSOE ESTÁ ROTO

Es la verdad más desagradable de los últimos años. En el partido de Pablo Iglesias y José Saborit, se han producido desacuerdos sonados y se han movido varias tendencias en el su seno, pero nunca se han extralimitado como ahora que está roto. Hemos comprobado desagradablemente que uno de los grandes e imprescindible para el desarrollo democrático del país está partido, claramente en dos . Un parte la que representa Rubalcaba, y que abarca a la totalidad a excepción manifiesta del PSC, y de forma encubierta del PSE. Las votaciones del parlamento catalán, han dado una bofetada e la cara del secretario general. Margall, uno de los históricos se ha marchado y posiblemente se una a los separatistas de CIU. El grueso del partido que encabeza Pedro Navarro, continua jugando a la doblez, pero para el observador honrado sabe que está en la línea del separatismo. Navarro, lo niega y asegura que lo suyo es el federalismo, pero a la hora de votar se abstiene dejando solos a los del PP, en su NO a la ruptura del país. Lo dice claramente la sabiduría del pueblo: “el que calla otorga”. ¿Qué hicieron los socialistas catalanes?, sencillamente abstenerse o lo que equivale a respaldar a los de Mas. Dos grandes caballeros catalanes , han manifestado su desacuerdo con la separación. Uno de ellos de forma clara ha dicho que la independencia le obligaría a cambiar al grupo empresarias a otra capital, dentro de España. Bravo por José Manuel Lara, y el valor que hace falta para oponerse al profeta Mas. El otro ha venido ha decir lo mismo solo que de forma mas disimulada, hablo de Pique, no el del fútbol, hablo del de los aviones. Bien mirado no hace más que seguir a su jefe, les recuerdo que una parte importante del capital de Vuelig, está controlado por mi homónimo Lara. Si los empresarios del principado tuviesen el valor de decir públicamente lo que mantienen en los corrillos. El visionario Mas, tendría que coger las maletas y salir pitando de Cataluña, pero todos no tienen los aditamentos masculinos suficientemente grandes, como para dar la campanada que luego y si se produjera el hecho separatista harían sin dudarlo. Me recuerda el chiste de Jaimito, aquel que mandaba a sus colaboradoras sexuales a una parroquia determinada a confesarse y el cura a todas les ponía la misma penitencia: tres aves Marías y una propina al cepillo de san Antonio. Hasta que un día se persona en la sacristía y le dijo al cura, o meda parte del cepillo o cambio “la churrita” de parroquia.