¿QUIÉN CARGA CON EL MUERTO?

La desesperación puede conducir a traspasar los límites de lo previsible. Aparece en los periódicos de todo el país, en primera: “En Granada un hombre de 54 años se suicida, cuando iba ha ser desahuciado”. El hecho reprodujo en la frutería del hermano, donde el suicida decidió colgarse, momentos antes que la patrulla de la policía, llegará para comunicarle la orden de desahucio. La noticia es de un dramatismo extremo. Hay que imaginarse el grado de desesperación del fallecido, para ser capaz de atentar contra si mismo quitándose la vida. Seguro que antes de llegar al límite, intento por todos los medios solucionar su problema, pidiendo, rogando y suplicando a los amigos a los familiares y a todos los que entendía que podrían ayudarle; esta contrastado que no pudieron o no quisieron. ¿Pero que es lo que le llevó hasta el final?. Otra historia más de la España de las Autonosuyas, del paro y del hambre. Pero no es la única noticia de éste calibre que leemos, las paginas de los diarios van llenas. Los casos son tantos que no les damos importancia a pesar que detrás de cada uno de ellos hay una vida convertida en tragedia por falta de medios; el primero de todos, el sagrado de que todo ser humano, tiene derecho a un trabajo digno y remunerado. A partir de ahí se enlaza con la familia y la vivienda. Se esperaba el cambio de la ley hipotecaria, con la llegada de Rajoy, y se quedo en nada; creíamos que los jueces, solucionarían el problema con sentencias ejemplares, y continuamos esperando. Mientras tanto, estás favorecen a los usureros, a los bancos que no tienen piedad. Mientras lagrimean para que se les saque de la estacada en la que se metieron; ellos han consumido la totalidad de paciencia y de piedad. Con ellos y para ellos si, para los demás, ni agua. ¿A quien le cargamos el muerto?. ¿Al banco de turno……. Al juez que ordeno el desahucio…..Al gobierno por haber sabido solventar este tipo de problemas y condenar a mas de seis millones de españoles al paro y posteriormente al hambre?. Lo peor es que con el pobre suicida de Granada, no se soluciona nada. Unas cuantas notas de prensa y a otra cosa mariposa. Alguien tendrá que cargar sobra su conciencia con el muerto.