LOS MILAGROS SON COSA DE LOS SANTOS SEÑOR BOSCH.

Nos tratan como analfabetos y nos hablan como a los niños. Estos caballeros de la “casta”, son incorregibles. Su penúltima “machada”, consiste en reinventar la historia según su conveniencias, junto a ello y con la calentura del independentismo. Amañar las leyes, para que todo les cuadre ante su clientela que por lo visto es mas eufórica que inteligente, o por o menos visto imparcialmente, no ejerciente como tal. Actúan como si estuvieran bajos los efectos de las drogas, como si cada pancartero, abanderado, gritón e insultador vía cartel, llevaran alguna esnifada de más o estuvieran pasados de porro. Cada cual es muy digno de hacer con su vida lo que le parezca dentro de unas normas de convivencia, aquello que cuando nosotros éramos niños nos enseñaban en los colegios como “urbanidad” y que los de ahora “no han catado”. Como me he cansado de decir y escribir, en éste país falla la primaria, y así nos luce el pelo; pero para mayor abundamiento es el que tiene más titulados por centímetro cuadrado que no saben “comer”, el resultado final como decía un amigo suizo: “Catastroff”. Con estos antecedentes: ¿ni se pueden pedir peras al olmo. Ni hay que forzar la maquina?, porque nos estrellamos solos. De acuerdo que estos señores, a los que pagamos los españoles, los catalanes también, se organizan de manera que en sus manifestaciones prima, lo que los seguidores quieren escuchar, aunque sea mentira y retrate de hechos irrealizables. Para ellos las leyes están escritas para los demás, nunca para ellos que son seres superiores, como venidos de otra galaxia y bendecidos por el Altísimo. El tal Bosch, con voz de anacoreta, vestido a la última y enseñando tres dedos de puños de la camisa, lo que demuestra que su asesor de imagen es “pijo”; se ha despachado a gusto diciendo: “que la independencia de Cataluña es irreversible, y solo tiene sentido dentro de Europa, porque los catalanes son europeos –esa cantinela se la hemos oído ya a su jefe (por lo que se supone corresponde a la disciplina de partido)-“ y lo justifica, asegurando una verdad del barquero: “ de hecho ya estamos dentro de Europa”. Lo que omite en su sermón, es que si esta Cataluña en Europa, no es porque se trate de Catalonia, como ahora la quieren llamar; esta en la UE, por ser parte de España, si no lo fuera no estaría. Las reglas para entrar en Europa, no son tan fáciles de conseguir como ellos “venden”, lleva su proceso y al final debe de ser aceptado el nuevo estado por la unanimidad de los demás, a fecha de hoy 27 miembros, entre los que esta España. Le recuerdo, al lechuguino (por su apariencia) que ni Bulgaria, ni Turquía, han conseguido entrar en el club de UE y llevan años intentándolo. Ya puede comenzar a rezar a San Jordi y poner velas en Monserrat, porque de otra manera, lo tienen infumable. Se lo repito, los milagros son cosa de los Santos, Señor Bosch.