ABURRE EL DINERO

A usted que esta tieso, claro que no; ni a usted que debe hasta de callar; tampoco a usted que hace “filigranas” para llegar mal, a final de mes. ¿Entonces a quien le cansa el dinero?. ¡Necesariamente tiene que ser a alguien que le sobra!, y así es. Don Felipe González Márquez, por su madre; andaluz, licenciado en derecho, ex de muchas cosas, entre ellas de la presidencia del gobierno, de cuanto aún esto era España; ha hecho unas manifestaciones en las que asegura que renuncia al puesto de consejero de Gas Natural, “porque es muy aburrido” y continuando con su “apunte” dice: que el único con proyección mundial es “el Papa Francisco”. ¿Por algo será…?. Felipe, el segundo con el mismo nombre y que inicio la decadencia de España; recuerden que el primero de los del nombre que la inició, fue Felipe II, hijo del Emperador Carlos V, y nieto de Maximiliano de Austria. González, sevillano de nacimiento y con raíces onubenses, residente en el barrio de salamanca de Madrid, en un casoplón -como se dice ahora- de más de 300 metros2, donde vive la jet de la “capi”, con palacio en Tánger, junto al del rey de Marruecos, eso que se sepa, nos resulta más familiar a los actuales españoles que el rey de la casa de Austria, que no tenía bastante dinero con toda la plata que le llegaba de America, para pagar los intereses a los banqueros alemanes y austriacos, por el debito de los prestamos para guerrear que le habían dejado a su padre y a él. Es decir lo mismo que ahora, pero en siglos distintos. La diferencia está que el que mandaba entonces era el habitante del Escorial y ahora el que recibe las órdenes es el que vive en la Moncloa. Renunciar, voluntariamente a un cargo de consejero de los que sea en la empresa “supuestamente” privada, todos, hasta los más torpes conocen que Gas Natural, es otro monopolio, en manos de los oligarcas de las eléctricas, significa prescindir del sobre gordo y suculento con el que se retribuye el cargo. Bien está que Felipe, el de Dos Hermanas, se sienta mayor, y se aburra, quizás así se justifica la cantidad de conferencias que dicta a los largo del año, e imitando a los catalanas: ¡cobrando, ¡eh?, cobrando!. Por eso no casa la gran actividad desarrollada por una parte, previo pago de su importe; con la dejadez cansina por la otra y la renuncia a la “pasta”. En fin que en este nuevo “reino” de taifas, empobrecido; posiblemente dentro de nada “república” también de taifas, totalmente arruinada, todavía quedan privilegiados que pueden decidir su modus vivendi e incluso permitirse el lujo, cuando tanta hambre hay a su alrededor, de prescindir de unos “pavos”. ¡Asombros, che. Asombros!. Con lo bien que habría quedado D. Felipe, si en lugar de dimitir, donara el sueldazo a Caritas, por ejemplo, y continuar aburriéndose, porque quiere decir, según lo confesado, que de trabajar, “ni golpe”. En ese caso tendría un montón de gente rezando “para que no se constipé”, por ejemplo que va de lujo, aunque no seas creyente y por si acaso.