VOLVER A VOTAR PP, SERÍA EL SUICIO DE LOS VALENCIANOS.

En el seno del partido socialista, por primera vez desde la caída de Juan Lerma, saltan las sonrisas, un poco tímidas, porquen no han digerido que las encuestas les dicen que si se celebraran las elecciones ahora, el PP estaba fuera del Palau de la Generalitat. Lo que sucede es que no termina de creérselo, los peperos perderían la mayoría, pero ¿quien formaría gobierno. Cual de los partido podría encabezar una unión con otras fuerzas para al final, volver al Palua de la calle de Caballeros?. En el bando perdedor, mueven carta, como saben que están en la calle; la ciudadanía les devuelve sus propias acciones, aplicándoles la misma medicina. Y con el poder se consigue todo. Los Fabra and company, ya se están moviéndose y plantean una macro encuesta para Marzo, para intentar recuperar el voto del 30% del electorado, que según sus cuentas, se les ha ido. No saben todavía que el despotismo, el actuar de forma dictatorial, gobernar en contra de la opinión de la calle, con tozudez de partillo pilón y aplicando el mando hasta el extremo que se parece al totalitarismo clásico que es el de la extrema izquierda, al final tiene “un costo”, que no es precisamente el acopio de viandas del Rocío. ¿Creen los señores Fabra y Ciscar, que los valencianos no saben que han dado ordenes para que no se sepan cuales son sus pasos, para que no los sigan los que protestan?. Desde los falleros hasta el mas humilde los portuarios, ve en que condiciones estén las obras faraónicas del país, cuyo mantenimiento es fiel reflejo del descontrol. De la misma manera, se filtran las maniobras de los prepotentes. Hasta dentro del propio PP, reina el descontento. Tras los muchos errores y las barbaridades cometidas, si los valencianos volvieran confiar en ellos sería su suicidio. ¿Cómo van las cosas, en términos generales, peor imposible?. Entonces ¿Qué quieren esos señores, que los valencianos se hagan el haraquiri?. Ya está bien de abusos y de aguantar el totalitarismo de los Fabra, Ciscar y restantes aprovechados, motivos más que suficientes para olvidarlos en las urnas, pero es que además está la altísima tasa de corrupción que no se corta y al contrario va creciendo. Como van pasando las fechas se van dando a conocer nuevos casos.