Muchos no la pueden ni ver. Por su carácter y su manera de hacer, produce rechazo en otros. Pero lo cierto es que de los políticos en activo, es la única que es de éste mundo y tiene conciencia de lo que está pasando.
En una situación límite como la que vivimos, hay que ser valiente, y tener agallas para solucionarla.
El problema no se solventa con el mal ajeno. Se resuelve con el bien común.
Ante un caso de gangrena enana mano es mejor cortar una falange que el dedo y éste mejor que media mano.
Cuando se le oye hablar de “realismos” los eufemismos y principios antiguos que usan los otros líderes resultan ridículos.
Para Rubalcaba, la Presidente de Madrid, tiene un gran poder mediático y sabe plantear los temas de manera que con uno se tapa otro.
Para el valenciano, que se quedó cogido a la brocha y sin escalera, es la opinión de un personaje político que está en su dercho de emitir su opinión.
Todos ellos, se ve que son unos falsos y además cobardes que no se atreven a reconocer que Doña Esperanza, tiene más razón que una santa.
La voz de la calle es esa, en éste país sobran políticos y precisamente son la plaga de la langosta, después del paro y la pobreza, esa “casta” constituye, la principal preocupación de los celtíberos, por delante de otros problemas tan importantes como por ejemplo la justicia.
No la dejaran pero reduciendo la representación parlamentaria a la mitad, se ahorrarían muchos millones. NO son solo los salarios de sus señorías, son los gastos suntuarios, las dietas, las tarjetas, los coches, etc. Eso multiplicado por 20, fíjense la cantidad de gastos superfluos que estamos pagando y que se podrían ahorrar.
Para mí, era mejor la primera de sus ideas. Suspender el funcionamiento de las Autonosuyas, durante un tiempo. Eso constituiría un mayor ahorro, pero ya vieron como se le echaron encima como una jauría de perros salvajes hambrientos.
No tienen razón los beneficiarios de la “casta” a quienes les importa un pito que haya gente pasando hambre o viviendo en la calle porque la han desahuciado.
Para los privilegiados, la cosa tiene que continuar como está, ellos no ceden ni un céntimo.
La Aguirre, ha tomado dos medidas que deberían de ser imitadas, a parte de la propuesta dicha; una, bajarse todos los políticos de la comunidad el sueldo; dos, de esa manera, si tienen fuerza moral, para solicitar a los 41.000 discontinuos, que en lugar de necesariamente, por desajustes presupuestarios, tener que mandarlos al paro, que acepten una reducción de salario y mantengan su puesto de trabajo, mientras se espera que escampe el temporal.
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