EL INFIERNO DE LOS JUSTOS

No se lo que diría el protagonista de mi novela Pateta, si leyera el titular y la noticia que lo motiva, creo que aún siendo demonio, se sentiría molesto. Se trata de una mujer entre los 25 y los 49 años, casada y madre de uno o dos hijos, en un porcentaje alto con estudios y evidentemente en el paro. Estamos hablando de una “clienta” de la Cruz Roja o del Banco de Alimentos, que ante la pregunta del periodista responde, con la cabeza alta y una semi sonrisa forzada: “jamás pensé que pediría comida”. La noticia es patética, y la respuesta tremendamente alarmante para el conjunto de la sociedad; ¿a que extremos hemos llegado?. De la cifra total de parados que nos dan oficialmente, dos millones de personas, no reciben prestación alguna, es decir están encasillados en los que se llama “pobres absolutos”, de ellos unos cuantos reciben la solidadridad de sus familiares más próximos: padres, abuelos, hermanos, tíos, por éste orden, los que no tienen esa suerte, están dentro del capitulo de los desesperados. Y hay más de los que creemos. ¿Hay que esperar que alguno de ellos desesperado cometa una barbaridad, se queme a lo bonzo, se eche por un puente o por un balcón, o intente matar a alguien, para que el gobierno se entre y tome alguna medida para paliar esa situación?. Vean lo que ha sucedido con los desahucios, han tenido que aparecer dos muertos, para que el gobierno de Rajoy, que antes de llegar a la Moncloa, prometió el “mana”, se de cuenta que la cifra de los desahuciados alcanza los 300.000, y éste año se espera que vayan a la calle o bajo de un puente otros 100.000, en total se baraja la cifra de los 400.000, en tres años. Para ser más exactos se afirma que cada 8 minutos se firma un desahucio en el país, 200 por día. Y la ley hipotecaria sin moverse, a pesar de las promesas y los del foro, que mandan sin dar solución a esa injusticia, porque como decía el propio Presidente de los hipotecarios, son hipotecas que se han pagado hasta que esa familia cayó en el paro. Luego una cosa es la morosidad, entendida como que no se quiere cumplir con el compromiso, y otra no cumplirlo porque no se puede. El actor principal del drama, el banco, cuando concedió el crédito, la persona estaba respaldada convenientemente. Luego le llegó la mala fortuna de cerrar su negocio o ir a la calle de su trabajo. Los bancos, en situaciones difíciles si han recibido toda la ayuda del gobierno, mientras se muestran insensibles que los desfavorecidos. Otra vez la ley del embudo. Haced lo que yo digo pero no lo que yo hago. En Andalucía, por ejemplo, estamos por encima del 35% de parados. Si Almunia, muestra la preocupación de Bruselas por el 25%,¿ que pensará de esa terrorífica cifra?. Las medidas rajonianas, no han servido más que para empobrecer al país hasta el máximo de su capacidad de aguante. El acusar de los socialistas, esta resultando el peor de los acusados. Rajoy, no ha tomado una sola medida para recortar enchufados, y repite como una letanía en el 2.014 de mejorara la situación, pero de por medio queda todo un años 2.013. ¿Cuántos lo resistirán. Cuantos más quedaran por el camino?. Cada día , la necesidad obliga a las ONGs, a abrir comedores para atender la gran demanda de alimentos por los que nada tienen. Hemos vuelto a los tiempos de la post guerra, solo nos falta el auxilio social y la cartilla de racionamiento. Rajoy, dice hoy blanco y en 10 días cambia a negro. ¡Así, no se va a ninguna parte!. Este infierno es peor que el de Botero. Este pueblo de justos, no lo merece.