LOS HEROES DE LA CALLE

Son ante todo seres humanos, como usted y como yo, a los que la diosa fortuna, un día volvió la espalda y desde entonces sobre viven como pueden y de lo que pueden. Recientemente y después de conocer los datos oficiales sobre los indigentes, una televisión emitió un reportaje que resulto muy duro para los espectadores y un aldabonazo en las conciencias de los que lo presenciaron, los que estaban ausentes, los responsables de las ONGS que les atienden y una mancha difícil de borrar, para las autoridades, a quienes hay que cargar sobre su conciencia y responsabilidad, está pena. No recuerdo quien fue el intelectual que los definió como muertos vivientes, el calificativo fue algo así como “muertos con alma viva”. La cifra, siguiendo la nota oficial es de 30.000 personas de ambos sexos y con tendencia a ser cada vez más jóvenes. Son indigentes, porque hay que incluirlos en ese segmento de la sociedad. La masa, necesita calificar a las gentes y encuadrarlas en distintos segmentos, para distinguir a unos de otros. Estamos hablando de los pobres, de los pobres. Repetiré, otra vez los datos que nos brindan unos y otros. Estamos con el 44% de la población rozando o por bajo, del limite de la pobreza. Dos millones de pobres absolutos. Cáritas, los Bancos de alimentos, desbordados. Hemos regresado a los tiempos de la posguerra, se repiten los comedores de beneficencia, hasta el punto que las organizaciones que atienden a la pobreza, le quitan, en éste momento, un gravísimo problema a las autoridades, ya que dan de comer todos los días a casi cuatro millones de personas, de las más necesitadas, para poder atender la gran demanda existente en éstos sitios, se están abriendo nuevos comedores, y en algunas ciudades, grupos de personas privadas, organizan reparto de comida, yendo en busca de los pobres en donde se refugian, para llevarles alimentos. Lo más preocupante y a la vez descorazonador es que la edad media de los necesitados cada vez es más baja. A los turnos de desayuno, comida y cena, acuden hasta familias completas con niños. 30.000 criaturas, según las cuentas oficiales, viven de la caridad y tiene como domicilio, las calles y en ellas se refugian donde pueden para libarse de las inclemencias destiempo y del frío. Están indefensos y expuestos a la violencia de los desaprensivos. Ye hemos tenido noticia de personas que han perdido la vida, sin razón alguna, en la calle. También los mas desfavorecidos, pueden presentar su saldo de muerte. Sobrevivir, en esas circunstancias es toda una heroicidad.