UN SUPLICIO

Es lo que nos vaticinan desde el exterior, a los españoles para el año venidero. En Bruselas dicen que no cumpliremos con el compromiso del déficit y que nos iremos hasta el 8,2%. La rescisión reincrementará hasta el 1,4%, en contra de las previsiones del PP, que se quedan en el 0,5%. El paro pasara del 27%. En resumen, desde la cocina de la CE, los presagios no pueden ser peores, finalizan diciendo que el año 13: “será de los más duros para España”. Luego de esto no nos cabe ni refugiarse en el “Virgencita, que me quede como estoy”. Porque estoy, como dice el gitano: “eslomao”, otro golpe más la economía española no lo soporta y los españoles de alpargata menos. La pregunta que todo bien nacido se hace es: ¿Qué va ha pasar?. Habría que imitar a Einstein, y decir lo próximo no lo se, el final, otra sublevación general al estilo de los cairotas o los griegos, el caldo de cultivo está echado y cada día se cocina más cantidad. Las manifestaciones de protesta son mayores, de una vez a otra y el enfado de la gente se supera, con el paso del tiempo: ¿Dónde vamos ha llegar?. Por si faltaba poco, tenemos “la pasión de catalanes”. Como nos anuencia Más, el serial no ha terminado con las elecciones, nos esperan cuatro años de “tira y afloja”. En cualquier lugar del mundo, un individuo, sospechoso de prevaricación, habría presentado su dimisión, en tanto en cuanto no se aclarara su inocencia. Si encima perdiera las elecciones, como ha sucedido con CIU; que presenta la victoria más pírrica de su historia como partido, se hubiera marchado a casa, avergonzado. Lo Seño Más, en vez de esconderse sale a la palestra sacando pecho y amenazando. Que suplicio, nos manda el Señor.