¿ESTAMOS EN UN PAÍS DE VIOLENTOS?.

Según se mire. Para alguno es la sucursal del infierno en día de huelga de celo. Para otros es el plácido convento donde se reúnen a deliberar las abadesas. Ustedes con su criterio deben de decir si las manifestaciones en contra de todo lo posible e imaginable, son o no violentas. Hablaba ayer, con el maestro Fandos, con el que mantengo una intima amistad desde la época no tan lejana de la juventud. El ilustre pintor, al que de vez en cuando, para hacerle rabiar le recuerdo la frase del maestro Paco Lozano, que en el trascurso de una entrevista, me decía: -“Se es pintor cuando tienes obra en los museos, pero es cuando te recuerdan que en el DNI, eres un viejo”. Mi amigo Manolo, y un servidor, no seremos viejos jamás, somos mayores y para nuestras fans, modestamente reconozco que alguna queda, estamos dentro de la “etapa” de: “carrozas de muy buen ver”, lo cual no pasa de ser más que un consuelo. Manolo, que fue un polémico árbitro de fútbol, capaz de lo mejor y al propio tiempo de formar un taco, está estos días cabreado por lo que ha sucedido a un jovencísimo colega, al que en el trascurso de un encuentro de balompié (nomenclatura hispánica, bonita y de poco uso. Solamente la utilizan los antiguos, pero que llena la boca y parece que correr detrás de una pelota, sea algo importante), le han destrozado el bazo de una patada. Ya de por si la noticia pone los pelos de punta. Las locuras de Pepe, el defensa del Madrid, cuando se le va la olla, quedan en mantillas comparadas con semejante barbaridad. ¿todavía quedan dentro del deporte personas capaces de hacer daño por el placer de hacerlo?. El “ex” colegiado internacional, está que trina y me comentaba que en el estamento de Sánchez Arminio, no se ha adelantado nada, las cosas siguen como cuando el máximo organismo de los de “negro” lo comandaba Plaza, a quien el actual jefe, ponía “a caldo”, ahora si, después también, y de lo que damos fe, los antiguos profesionales del periodismo deportivo, que tenemos buena memoria. El cantabro y su camarilla, por lo bajini acusaban a Plaza y Acevedo de madridistas, cosa que se notaba algo; lo de ahora con ellos y el Barça, “es descarao”. El pobre Giner, que así se llama el jovencito referee agredido, parece mejorar y ayer mismo lo mandaron a casa. Le deseamos una pronta y rápida recuperación. ¿Qué pasara con el agresor….?. Casi con toda seguridad nada, unos cuantos partidos de suspensión y vuelta a las andadas. Pero atención al dato, como diría José María García, el infractor y agresor es uno de los llamados “armarios” a las órdenes del tal Fernández, ministro del interior; un poli en activo, ¿como se les queda el cuerpo?. ¿Para que están, para defender al ciudadano, o para apalearlo, como se ve en las imágenes de la tele?. Un acto de tal brutalidad debería de salir de la jurisdicción deportiva y pasar al juzgado de guardia. Manolo, como no lo vamos a arreglar, tú a tus cuadros y yo a mis artículos y libros, es lo que hay…….