ME TUMBO LA GRIPE

Por supuesto que no estoy nada contento, a parte de los dolores musculares, la fiebre, el resto de los síntomas y la forma de combatirlos: medicamentos y cama, siempre quedan secuelas, en mi caso una tos perruna, muy desagradable mezclada con lloros abundantes, sin razón que los justifique; miento, razones existen y muchas, no solo para llorar, y para crear un concurso de plañideras también, pero como al personal le coge entrenado, los últimos acontecimientos le dan “risa triste”, es una risa nada estertórea y que termina con un simple rictus en la cara, como una mueca, como si quisiera sonreír y le tiraran de ya sabe de donde en el preciso instante, algo como si irrumpiera en su vida el “tirador oficial del mambo numero 8” ,el del :¡Uyyyy!. Todo ello complicado con pocas ganas de hablar, suceso que siempre se relaciona cuando a la contraria le apetece sentirse más comunicadora que nunca, extraño fenómeno que se da una vez cada dos años, con graves consecuencias para la parte masculina de la pareja como no te coja preparado, que no es el caso, en las condiciones de precario físico y mental narradas. LO que obliga a una serie de explicaciones son valor añadido pero absolutamente necesarias si uno no quiere verse abocado, en un bronca familiar de órdago la grande y de final incierto. Total tiene usted que hablar dos o tres veces mes que si estuviera bien; luego de las forzadas sonrisas y amables voces, esta usted otra vez para meter tres días mas en la cama. El: ¡Te has tomado………!. Suena en su cabeza fofa a redoble de tambores de escuadrón de usares con in crescendo final glorioso de bombo. Hacia un par de años que me libraba de la tortura desagradable de la gripe. La doctora me la había avisado vete con cuidado con las corrientes de aire, este año la gripe vine fuerte. Pues se podía haber dado una vueltecita por otra parte. No señor, se vino directa a mi casa y a por mí, ¡descarada!. Me tumbo la gripe. Una faena grande. Como me gusta encontrar explicaciones para todo, la gripe, no tiene porque ser una excepción; he llegado a la conclusión que me la he enviado la Mato, ministra del gremio de los bacilos, para quitarme de la circulación tres o cuatro días. Salvo Rajoy, Rubalcaba y demás plenipotenciarios de la “casta”, no le meto el dedo en el ojo nadie, ni tampoco en las fosas nasales del personal. Esta demostrado que tiene que ser uno de los mencionados el causante de mis dolores, estornudos, etc. Pero de esto también se sale y cuando me encuentre mejor hablare del gobierno.