LOS ESPAÑOLES, NO SE CREEN NADA

Ya resulta difícil encontrar en el diccionario, adjetivos para calificar a los políticos, pero cuando se llega a los del PP, son tantos y ninguno bueno que asusta. Con las cuentas de Bárcenas, las soluciones a los múltiples problemas con lo que convivimos, no llegan, pero por lo menos éstos tipos raros, nos brinda la oportunidad de reírnos de ellos, lo cual dada la situación límite por la que atraviesan las familias, no deja de ser una momentánea válvula de escape. Una formula de soltar adrenalina y de mover las mandíbulas, con comida es problemático, por lo menos que sea por hilaridad. En un arranque de torería, los del PP, han dicho y han hecho, dar a la opinión pública sus famosas cuentas y las declaraciones de la renta de sus cabezas de cartel. Ya veremos que pasan con ellas, porque hace unas horas que se conocen y ya hay quienes comienzan a ponerles pegas. Después de conocidas, uno se queda maravillado; que los políticos son todos mitómanos, es algo viejo, pero que haya entre ellos, de los que hacen de la mitomanía un arte, habría que esperarlo pero no se disponía de la certeza, hasta que han llegado estas “cuentas”. Además de mitómanos, estos del PP, son tontos de “capirote”, pero de los capirotes de la edad media que eran más grandes que éstos de la Semana Santa. ¿Díganme, una persona que es capaz de perder dos partes de su salario voluntariamente, en el supuesto que fuese verdad, que es…?. Rápidamente viene la respuesta: ¡Tonto o Idiota!, que tanto da, que da lo mismo. Señores peperos, no se esfuercen en estas tonterías, los españoles sabemos de buena tinta que son ustedes unos corruptos y en eso no se diferencias de los otros de las “clases”: PSOE. IU, etc. Lo siento por mi paisano, Esteban Gonzáles Pons, que al publicarse la noticia sacó el mejor de sus capotes y se puso de dar verónicas al viento. Eso le honra, aunque el gallego le haya hecho, un montón de “putadas”, entre ellas dejarlo sin cartera ministerial, etc, etc. Pero si malo es intentar que los españoles nos creamos que Rajoy, ha perdido, dos partes de sus sueldo por ser Presidente, cosa que no se cree ni el que asó la manteca. Él tampoco, evidente. Pero es intentar justificarlo porque como respuesta los españoles, los consideran “imbéciles”, o “cortitos”, con lo que quedan descalificados para cualquier cargo o actividad pública de responsabilidad “per omniam seculam seculorum”.